El Secreto No Tan Secreto De Noah

Capítulo tres
10 de abril, 2010.

Me alegraba tanto que Elliot sea un total ridículo feliz acerca de ser un futuro papá, pero se estaba volviendo una completa molestia, se pasa casi todo el día hablando de ello. Justo como ahora…

– ¡Elliot ya!—grité desesperado mientras este deja de hablar, sorprendido me mira por mi repentina actitud—entiendo que estés emocionado por ser papá, pero cambia de tema de vez en cuando, me estas aburriendo con eso. Ya basta—digo y suelto un suspiro de alivio al soltar lo que había estado guardando.

– Sí, tienes razón—suspira—dime ¿Cómo estás llevando el tema 3312?

– Creo que estoy en proceso de superación. No lo sé. Vine con la esperanza de ser más que amigos, estoy cansado de esto ¿sabes?

– Sé que lo que estoy a punto de decir es lo que diría una mujer, pero…por alguna razón presiento que ella no se terminará de casar con él…

– Tenías razón, lo que dijiste fue algo que diría una mujer con falsas esperanzas —sonrío

Me dirijo a la cocina y me doy cuenta de que está vació el refrigerador. Cojo las llaves y me encamino a la puerta.

– ¿a dónde vas?—pregunta Elliot.

– Voy al supermercado, ¿quieres algo?—digo antes de pasar por el pasillo que me lleva a la salida.

– No gracias, Peter y Hank van contigo—le sonrío.

– Imposible, les di libre día. Ellos son hombres casados y con hijos, a los cuales tienen que visitar y ser una familia.

– Touché—dice señalándome

Salgo de la casa.

***

Mmm…necesitamos papitas fritas, al coche. Comida chatarra…sí, toda al coche. Gaseosas, panes, huevos, más comida chatarra…

– Perdón —me disculpo al percatarme de haber chocado con otro coche de supermercado.

– No…fue mi culpa—me mira a los ojos Adam—Noah… ¡hola amigo!

– ¡Adam! ¡Cuánto tiempo sin verte! ¿cómo estás?

– Muy bien y tu realmente luces muy bien. ¿Quién diría que te convertirías en famoso?

– Si… Supongo que tú y Denny terminaron la universidad.

– Sí, la terminamos y ahora él es abogado y yo soy odontólogo—me sonríe—y…también estamos casados—achica los ojos esperando mi respuesta. Esto es sorprendente.

– ¿qué?—digo incrédulo.

– Sí amigo, somos gay—wow, no pensé que era exactamente eso

– Vaya…no estoy en contra de la homosexualidad y respeto su decisión—aclaro mi garganta mientras trato de no pestañear tanto—pero… ¿por qué me mintieron todo el tiempo?

– No estábamos seguros de lo que estaba pasando y decidimos no decir nada hasta estar seguros—responde con un brillo en sus ojos en el cual me indica que me dice la verdad.

– Es genial que sean felices—le sonrío—así que… ¿haciendo las compras de la casa?

– Sí…tú también parece que estás haciendo lo mismo—me sonríe.

– Sí, pero creo que si mi madre ve mi coche de comida…lo más posible es que me hale de la oreja y me diga «eso no es saludable»—imito con una voz chillona.

– sí, tienes razón. ¿ya te enteraste?—pregunta con cautela.

– Tú sabes que de alguna u otra manera me enteraría—digo con tristeza

– ¿cómo lo tomaste?

– no muy bien, pero luego me di cuenta que tenía que dejarla ir. De alguien más me tengo que enamorar en algún momento ¿no crees?—trato de convencerlo que la voy a superar.

– No, no lo creo.

– Como siempre, no has cambiado nada, me alegra eso ¿crees que un día nos podamos reunir como los viejos tiempos?

– Claro ¿hasta qué día te quedas en Jacksonville?

– es definitivo, me quedo a vivir un año, pero lo más posible es que consiga un papel que lo grabarán aquí—sonrío.

– eso es genial—me sonríe, mira su celular y luego a mí. Me sonríe—bueno, nos vemos otro día, ya me tengo que ir—dice mientras saca un papel—estos son mis datos, allí está mi número y mi consultorio

– claro, yo te llamo—este se aleja con una sonrisa.

13 de abril, 2010.

Mi mamá es de esas personas con las que podías hablar de temas diversos. Ella es una persona divertida, inteligente, amable, testaruda, tierna…todas esas cosas la hacían una persona genial y única. Ella es de esas personas con la que te nace pasar tiempo con ella, pero ahora quiero salir corriendo, me está asfixiando con sus preguntas de si conocí a alguien.

– Mamá…ya te dije que no tengo novia, no he conocido a nadie interesante—murmuro mientras froto mis manos contra mi cara

– Cielo, el tiempo pasa, tú y yo sabemos que no seremos jóvenes por siempre—volteo los ojos.

– mamá, tengo tan solo…veintitrés años. Tengo una vida por delante—la miro fijamente a los ojos.

– Noah, no creas que no me he dado cuenta que ya no tengo cuarenta años, quiero ser abuela y tú me lo estas impidiendo.

– Mamá…—le sonrío

– ¿si?

– Tengas o no cuarenta años, estas bien, tendrás tus nietos en su debido tiempo, por ahora no.

– Hay cariño, ven aquí—dice mientras se acerca más y me abraza—tú sabes que lo hago por molestar.

– ¿segura?

– No, realmente quiero ser abuela—se ríe y pronto su risa me contagia

14 de abril, 2010

En este momento me siento emocionado por este proyecto, jamás he hecho una serie, siempre han sido películas, pero una serie…en un principio no fue algo que me haya llamado la atención ni me ha emocionado desde que me dijeron del proyecto, ahora que he leído el guión, sé que no me voy arrepentir, realmente se ve genial, mi cabeza ya está imaginado las escenas, los momentos de risa…realmente me emociono como un niño en una dulcería, ya me lo habían dicho antes, también que me comportaba como uno, pero eso no importa, soy lo suficientemente maduro para mi edad, y siendo sincero, amo ser el payaso del grupo.

Veo a estos grandes actores y me doy cuenta que son como yo, su actitud se asimila a la mía, y eso me agrada. El único que es muy serio es Daryl, ese hombre parece que odia a todos, no ha habido un momento en el que deje de mirarnos mal, literalmente entorna los ojos en blanco, no lo conozco y ya le tengo fastidio.

— Noah ¿estás de acuerdo? —solo mírenlo, da apariencia de jamás haberse divertido.

—Noah — Elliot aclama mi atención de manera firme y sensata. Lo miro y alzó mis cejas a modo de «estoy poniendo atención»

—claro que si, estoy de acuerdo—respondo. La expresión de Elliot en este momento es de «¡qué mierda has hecho!»

—está bien, entonces tú serás el chico puberto sexy promiscuo estúpido—habla él guionista.

—espera, ¿qué? —creo que mis oídos escucharon mal.

—¿qué pasa? Tú dijiste que querías el papel gracioso, y estuviste de acuerdo en ser Doug—habla un irónico Elliot.

—si, claro que si. Pero dime por favor que en algún momento Doug solo estuvo fingiendo su estupidez por miedo a ser nerd.

—amigo, acabas de decir que estuviste distraído en toda la junta—habla el productor.

—¿a sí? —pregunto ingenuo

—si, durante la junta llegamos a explicar eso y más, pero tranquilo, tu representante te lo ha de explicar— habla Daryl con total desprecio hacia mi. El es como Draco, el pinche de Draco ¿qué problema tenía él con la bella Hermione?

***

—Noah, debes dejar de emocionarte tanto, siempre que te emocionas te desconectas del mundo—me reprocha Elliot.

—si, lo sé. Pero me es inevitable—le sonrió socarronamente antes de volver mi vista a mi teléfono

Elliot me mira, luego vuelve la vista hacia la carretera con su típica sonrisa burlona. Sé que se me está burlando, él siempre dice que actúo como niño a la hora del reproche. Pero me reprochen o no, mi sonrisa socarrona jamás desaparecerá, creo que es mi manera de hacer que el ambiente se relaje, se tranquilice, sea más feliz. O eso creo yo que es lo que pasa cuando sonrío así.

Desde que me disculpe con Halle—de la manera más ridícula, porque fue ridículo tener que ir hasta su departamento totalmente borracho y pedir a gritos que te empujen estando sentado en un columpio y lloviendo a cántaros—he estado conversando con ella mediante mensajes, parece que todo vuelve a su sitio, hablamos estupideces hasta tarde y a todas las horas.

Es fácil sentir la vibración de tu celular cuando estás dormido y este está sobre tu abdomen, por ello me despierto sobresaltado, busco mi teléfono por mi abdomen, cuando lo tengo en mis manos me doy cuenta que tengo un mensaje de Halle.

» ¿recuerdas cuando te disculpaste? Bueno, que te parece si nos reunimos de nuevo, si comenzamos desde cero. Como tú lo dijiste»

Mi respuesta es un simple y sencillo…

«Si, solo dime la fecha, lugar y hora, ahí estaré»

Su respuesta tarda un poco en llegar, pero no me preocupo, realmente no lo hago.

» ¿te parece hoy a las ocho, en el mismo lugar?»

«Claro» es lo único que respondo.

Me doy cuenta que son las seis, tengo tiempo aún. Me quedo mirando el techo blanco, es puro, ni una suciedad, ni siquiera una telaraña, recuerdo que me encantaba analizar las telarañas de mi habitación, era estúpido, pero me mantenía distraído y mi mente divagaba muy rápido, me mantenía pensando cosas de la vida, realmente creo que a veces cuando tengo mi mente abierta y absorta de lo que me rodea, siento que puedo escuchar mi propio latido, y el de los demás; es un sonido indescifrable, me hace pensar que cada latido se parece, pero no es así, aparenta ser así, pero realmente no lo es, cada latido es distinto, tiene algo distinto que lo hace único.

Es como si Noah Miller fuera distinto al resto de la sociedad, y realmente es así, cumple la misma función que los demás; ganarse la vida trabajando y ser feliz. Pero lo que lo diferencia es su actitud.

«Noah Miller, eres todo un poeta filosófico»

Y ese señoras y señores… Es mi subconsciente cagando mi momento filosófico.

Aunque siendo sincero, siempre me ha gustado hablar de mí mismo en tercera persona, pero con personas que realmente me agradan—la gran mayoría—y tienen mi confianza. Sino fuese así, entonces quedaría como un estúpido dentro de la sociedad.

***

Salgo de mi habitación estando ya bañado, arreglado y ya perfumado. Holly sale de la habitación de Elliot, hace unas expresiones de asco, me mira y sus mejillas se comienzan a inflar y desinflar.

—Noah ¿qué te has puesto? Apestas—con la mano derecha se tapa la nariz y con la izquierda la boca (como si eso fuese a detener las arcadas, ilusa)

—¿en serio?—me acerco más a ella, y le da una arcada

—Noah, aléjate de mi—retrocede

—¿por qué? Te quiero dar un abrazo antes de irme—me burlo de ella mientras sonrío socarronamente.

—Noah, si lo haces vomitaré—me advierte con su índice señalándome y retrocediendo unos pasos.

—está bien, pero necesito pasar por el pasillo, es decir, tengo que pasar a tu lado—me rio a carcajada limpia (?), mostrando mis dientes y evitando mi risa, sin lógica alguna, pero que puedo decir, tengo que hacerlo.

—bastardo—dice Holly apegándose a la pared sin destaparse la nariz

—sé que me amas Holly—la acuso con mi dedo índice al cruzar el pasillo. Suelto una pequeña risa al escuchar una arcada como respuesta.

Al llegar a Charlie’s 1990 tomo un respiro hondo, me relajo y saco mi mejor sonrisa. Entro al restaurante, los veo sentados en la misma mesa de la otra vez, esta vez no me molesta ni me decepciona; voy bien. Me acerco a ellos, los saludo con mi sonrisa grande.

—respondan me algo ¿creen que apesto?—preguntó de manera burlona

—no, ¿por qué lo dices?—responde Cameron

—bueno, Holly, dijo que apestaba mi colonia—murmuro irónico

—¿quién es Holly?—pregunta Halle cruzándose de brazos y pegando sé más a su asiento. Sonrío.

—uno de estos días te llevaré a conocer a mis amigos, socios amigos, representante amigo y más amigos míos.—me rio

—ah…¿así que no me dirás que es tu novia, tu amante, tu ligue, tu…?

—tranquilízate, Holly es la novia de Elliot, el representante de Noah—responde Cameron y yo sonrío orgulloso de mi fan.

—que buen fan eres, conoces mucho de mi.

—gracias—me sonríe.

—halle, así como te sentiste ahora, yo me sentí el otro día. No lo hice apropósito, realmente quise saber si la colonia era muy empalagosa, Holly con su embarazo es un poco…—me recorre una electricidad de tan solo recordar—incomprensible.

—perdón, realmente tienes razón, se siente horrible. Pero en serio, que tu colonia no apesta, solo no llegues a abusar de la cantidad—me sonríe

Esta vez las cosas fueron distintas, pedimos nuestra comida y comimos sin un silencio incómodo, mientras cenábamos conversábamos y hacíamos juegos con nuestras comidas, Cameron es realmente genial, pero algo que sigue sin gustarme es que el tipo es un poco tranquilo, y eso me altera. Primero porque lo hace ver como incapaz e idiota,, y segundo por la frase «los callados son los más bullozos»

Tengo miedo que le llegue hacer algo malo a Halle.

Al finalizar la cena vi que Cameron recibió un mensaje, y desde allí me di cuenta que su actitud con Halle cambió, de una actitud amorosa y melosa, cambio a una actitud hipócrita, fría e idiota. No es por nada, pero cualquiera se daría cuenta por el simple hecho que Halle le pregunta algo y él le responde de las maneras más hipócrita y fría.

Algo le pasa a Halle y no me lo quiere decir, me doy cuenta de ello; no soy estúpido. Pero no puedo hacer nada, tengo que respetar su decisión.

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