BALADA DE LUZ

Giraldas bermejas de esfera fina apremiante,
Socavan el aquí espectral, boreal firmamento;
elevando a la aurora al sereno pardo intenso,
De la mecha de luces en tu pelo ondulante.

Olerlo así vehemente tal como puedo,
como al índigo mar de este raudo diluvio:
que forjan en ti el más tenue efluvio,
de tu aljaba de diosa en tu gnóstico seno.

que quieres tú de mí, Oh dilo luz hermosa,
que te escondes ágilmente entre arrozales;
semejas quimeras naciendo de vientres corales,
taciturna huella que mi yo, siempre toca.

cual ave te agitas, tu fenicia pequeñuela,
oliendo el albur, talle tosco de mi karma,
espérame polluela mía quieta en la enramada,
tejiéndome un fardo nido entre nogales y estelas.

Peinando la Rima, me esperas ya siempre sumisa,
roció sudoso desdeña fruncida mi sien,
cordeles incautos sostienen tu falda y tu prisa,
carnales inviernos sacuden tostada tu piel.

El que ya ha venido; ha de venir andante,
prodigando ensueños en crisol verde abril,
huélela el cieno lisio, cálido, humeante,
mientras pasan tus lunas y aun mi sol huele a ti.

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