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EL HADA Y SU CHAMPIÑON

Hada

Erase una vez en el Bosque de Frayel un Hada llamada Ariana que iba cantando mienta volaba por los aires de este Bosque, cuando de repente para y ve a lo lejos un lago y un sol tan cálido como el del invierno y dándose vuelta mira debajo de un árbol, un champiñón, y mirando hacia el cielo, ve de repente las nubes llenas de agua que se aproximan a derramar sus gotas sobre el lago y sobre todo el Bosque de Frayel. Encaminándose hacia debajo del árbol donde se encuentra el Champiñón y inclinándose junto a este, asta quedarse profundamente dormida.

A la mañana siguiente, levantándose y viendo que se quedó dormida, piensa:

–Oh no me quede dormida, tengo que apresurarme a volver al pueblo de Franyelt

Apresurada para volver a el pueblo, no se dio dé cuenta de algo importante que dejo atrás y siguiendo por el camino, se encuentra a un Hada muy Vieja, y esta le pregunta:

–¿Qué joven eres hada, dime tu nombre?

El hada sorprendida y apurada le dice:

–Soy Ariana.

El Hada Vieja le responde sin decir su nombre:

–Que hermoso nombre tienes, espero que nos veamos pronto.

Así de la nada, el Hada Vieja dejándola sola desaparece en lo profundo del Bosque y Ariana totalmente sorprendida sigue su camino hacia el pueblo.

Al llegar al pueblo de Franyelt, Ariana se apresura a ir para que su Abuela para ayudarla con las cosas pesadas de la Tienda. Al estar allí le cuenta a su Abuela Asme sobre el lago que vio en el bosque y que se quedó dormida al lado de un Champiñón. Asme la Abuela le pregunta lo siguiente:

–¿De qué color era este Champiñón?

Ariana tratando de recordar sus colores le responde:

–Su tallo era marrón como la corteza de un árbol, cuando está en primavera y su sombrero era rojo como las rosas, como grandes puntos negros.

Su Abuela asombrada le responde:

–Ahora dime, de que colores son los Champiñones que las Hadas comúnmente conocemos.

Ariana responde diciendo:

–Bueno Abuela los Champiñones son de tallo blanco, y su sombrero es azul con grandes puntos blancos.

Y dándose de cuenta la Abuela le dice:

–Ahora ves cual es diferencia del Champiñón que viste y el que conocemos.

Ariana un poco confundida le dice a su Abuela Asme:

–Pues cual es el problema los dos son Champiñones y no tiene ningún tipo de problema.

La Abuela Asme respondiendo le dice:

–Es que no hay ningún tipo de problema, solo viste un Champiñón con conciencia propia que ha estado solo por mucho tiempo, porque no ha tenido con quien jugar.

Ariana asombrada le dice:

–Me estas mintiendo Abuela, deja de jugar conmigo.

La Abuela respondiendo, dice:

–No te fuiste con un morralito, a buscar fragmentos de hojas y as regresado sin él.

Ariana sorprendida al ver que su Abuela tenía razón, le dice:

–Seguro se me callo, solo tengo que irlo a buscar.

La Abuela Asme le respondió diciendo:

–Anda al lago Ariana y toca el sombroso del Champiñón, y cuando el té hable y te diga que quieres, le das esta caja de regalo y si decides quedarte con él, no te preocupes por mí, pues yo estaré bien mi hermana viene hoy y va a quedarse conmigo durante mucho tiempo.

Ariana pensativa dice en su mente:

–Un Champiñón que habla, mi tía que viene hoy y mi Abuela que me dice si me quiero quedar con el ese Hongo de Sombrero rojo.

La Abuela sabiendo sus pensamientos, le dice:

–No hables, ni pienses más de la cuenta, porque puede ser que él no te deje entrar cuando llegues, así que vamos, vamos, vete ya.

Así el Hada partió repentinamente hacia el lugar que había visto antes, donde se había quedado dormida.

Mientras Ariana iba por el camino se encontró a la Hada Vieja, que le dice:

–Ese regalo te lo dio tu Abuela para él, verdad.

Ariana preguntándose quien era esa hada, decide preguntarle su nombre y le dice:

–No te responderé hasta que me digas tu nombre.

El Hada Vieja sonriéndose, le dice:

–Habérmelo preguntado desde un principio, soy Sofía y conozco a tu Abuela.

Ariana muy seria y alavés muy aterrada, por no saber lo que en verdad estaba pasando, le dice:

–Y como sabes de él y que le llevo un regalo.

El Hada Sofía respondiéndole le dice:

–Tu Abuela y yo somos muy buenas amigas, así que nos contamos todo y ese del regalo que llevas en tus manos, porque tú Abuela lo estaba guardando durante mucho tiempo, esperando el día en que alguien, lo viera otra vez, para encargarle la misión de cuidar a el Champiñón.

Ariana todavía no entendiendo y queriendo pregúntale más a Sofía, mira Asia el sol y viendo que estaba anocheciendo, se presura a cumplir la misión de su Abuela.

De repente Ariana llega al lago y ve debajo del árbol a el champiñón, con una rama en forma de brazo sosteniendo el morralito que ella avía dejado allí. Arana inmediatamente piensa sobre lo que le dijo su Abuela y le toca el sombrero rojo el Champiñón. De repente se escucha un silencio y una vos de un niño diciendo:

–¿Quién eres?

Ariana muy sorprendida, le dice:

–Vengo de parte de Asme me dijo que te diera este regalo.

Y de repente del tallo del Champiñón salió otra rama, con forma de brazo, tomo el regalo y de repente el Champiñón creció un poco más y se creó una puerta de la nada y el champiñón dijo:

–No tengo nombre, pero no me gusta que me llamen hongo, pero me puedes decir sombrerito rojo, no te quedes hay a fuera pasa Ariana.

Ariana sorprendida abre la puerta que se encontraba en el inferior del tallo de este Champiñón, y entra; de repente esta siente una calidez y un olor grato, como el de su hogar y sin darse cuenta ya estaba enamorada de ese lugar, y ella ya no quería dejarlo.

El Champiñón le dice:

–Puedes quedarte el tiempo que quieras, esta es tu casa y yo no tengo amigos así que siéntete como en tú hogar.

Ariana alegre le dice:

Gracias sombrerito rojo, embardad la te lo agradezco mucho, desde ahora en adelante me quedare con Tigo para siembre, para que no te sientas solo, mas nunca.

Fin

Autor: Romer Hernández

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