Archivo de la categoría: Cuentos

La Vida De Una Flor

es extraño vida mía, el poderte conocer, tan bonito mi vida, el poderte yo ver, yo te kiero con ganas , te deseo corazón, el secreto a voces, que te amo mi amor.
Te necesito, aun que apartes la mirada, nada de nada, el tenerte hoy mi luna.
El silencio es la palabra, que nos sella hoy la luz, que el secreto que he guardado, es tenerte a mi lado.
Me derrito contigo a tu lado en un cubito de hielo, me fascino al verte mi vida, olvidando todo perdido, lo daría todo o nada sin tenerte sin palabras, que cosa mas dulce eres yo te quiero derrepente.
Sonrisas amadas de nada de nada historias por inventar, te cojo a mi lado sonrió en la cama te digo quiéreme mas, contigo a tu lado mentiras, granadas, que caen en mi garganta, que canta las hadas princesa encantada que rara la vida. Poder encontrarte ayarte en mi alma cautivo secretos misterios desechos Te amo, te quiero te echo de menos te extraño el cielo se ha ido contigo nublado el mundo se ha puesto a llorar y ahora te necesito para acabar.

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Ordalías De La Magia

Epílogo

Viernes diecisiete de Agosto del año cuatrocientos sesenta y siete, son las siete horas de la mañana, es un día bastante tranquilo, algo que ha sido muy inusual en mí corta vida. Mi nombre es Zet Isdam, soy un hombre soltero de piel blanca, cabello negro oscuro, nací el día catorce de Junio del año cuatrocientos cuarenta y cuatro, tengo veintitrés años actualmente y usualmente llevo unas gafas oscuras para que la gente no vea la tristeza que acogen mis ojos color gris.

Durante todo este tiempo, he vivido muchas cosas, me vienen a la mente en cada momento, cada segundo que paso recordando los sucesos más felices y a su vez los más tristes, me termina por envolver una gran melancolía.

El día de ayer compré un boleto de avión, para viajar hacia una nación llamada Daath, ¿con qué motivos iré a aquel sitio?, se han de preguntar. Pues toda mi vida la he pasado en esta nación conocida como Chesedonia, y tras varias circunstancias que he experimentado, me decidí a cambiar la rutina y a seguir con mi búsqueda de algunas respuestas.

No tengo en realidad personas con las cuáles pudiera contar, o las cuales pudieran ser una razón para yo quedarme en Chesedonia y no irme, perdí a mi familia desde niño, y tuve que terminar la única relación amorosa que he tenido en mi vida, y mientras me encuentro hablándoles sobre mí, escucho el anuncio de mi vuelo.

“A todos los pasajeros con destino a Daath, favor de abordar por la salida número siete.

Al parecer el momento de abordar había llegado, si existe algún motivo por el cual contar mi anécdota, un viaje en avión es la perfecta oportunidad para compartir una historia como esta.

La hora de buscar mi asiento ha llegado, me había sido asignado el asiento número tres, todos los demás pasajeros habían tomado ya sus asientos y parecía que yo viajaría solo, no me importaría contar con la compañía de alguien más en este momento, después de todo, para algunos puede sernos más sencillo abrirnos con la gente desconocida, y en ese momento, una adorable y tierna señorita se acercó y me dirigió la palabra.

“Buenas tardes, disculpe  pero ¿puedo sentarme con usted?, mi asiento es el número nueve, estaba a punto de tomar mi asiento pero una pareja de personas casadas se acercó a mí, al parecer uno de ellos tenía el asiento número diez y la otra persona tenía el número cuatro, así que me pidieron si  les podría cambiar de lugar para que ellos pudieran pasar juntos su tiempo durante el vuelo, y la verdad me fue imposible negarme a ellos, y no le quisiera incomodar a usted tampoco, así que sí mi compañía le pareciera un tanto molesta, puedo buscar otro asiento.”

Era una joven bastante hermosa, de cabello dorado y lacio, una piel blanca que parecía de seda, unos ojos azules que parecían dos lagunas, unas manos pequeñas y delicadas, se veía apenada y sonrojada con la situación, parecía haber viajado sola durante un largo tiempo por aquella expresión que pude ver en su rostro, se veía en su sonrisa que ella era realmente feliz, y quien podría negarse a tan encantadora mujer, así que le respondí: “Por supuesto que puede tomar este asiento, comenzaba a sentirme agobiado por la soledad.”

Aquella chica tomó asiento, y comenzó a platicar un poco conmigo: “Sí, se lo que se siente andar viajando solitariamente, me llamo Natalia Lynch, he estado visitando varios lugares con la esperanza de encontrar uno donde me sienta cómoda para vivir ahí, y ahora visitaré Daath, pero quizás me mude allí ya que quiero hacer una carrera universitaria, y tengo diecinueve años, el problema es que aún no he encontrado donde hospedarme, pero sé que encontraré un lugar pronto.”

Estaba sorprendido ya que a su edad, ella se encontraba viajando por varios lugares, además de que viajaba sola, y no dude en comentarle un poco sobre mí: “Vaya sorpresa, yo he vivido toda mi vida en Chesedonia y esta será mi primera ocasión saliendo a visitar otra nación, sin embargo quiero un cambio de ambiente y tengo algunos asuntos que atender, así que me mudará a Daath, hace poco concluí mi carrera de abogacía. Por cierto aún no me he presentado con usted señorita, mi nombre es Zet Isdam, tengo veintitrés años, y espero no le moleste mi atrevimiento, pero en los apartamentos donde me estaré mudando, aún se encuentra otro actualmente deshabitado, conozco al dueño del edificio, si gusta podría llamarlo y preguntarle por el hospedaje.”

En eso ella me miro, y con una sonrisa en su rostro respondió: “¿Enserio? Se lo agradecería mucho, honestamente no sé qué haría sin usted, mi plan de llegar y buscar no ha salido muy bien en los otros lugares que he estado, pero dígame, ¿Qué sucedió?, ¿No tiene a nadie por quien quedarse en Chesedonia?, ¿Por qué quiere abandonar este lugar?”.

No veía problema alguno en contarle un poco de mí. Y ya que el vuelo sería largo, le comencé a contar sobre mi vida, tal y como sucedieron todos los eventos de mi existencia, uno por uno.

—Continuará—

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Sherly La Adolecente Muy Sexy (CUENTO)

Sherly era una adolecente apetitosa, a quien la vida junto con Francis les había pasado a jugar a ambos una mala pasada, por no haberse cuidado y por su falta de madurez, todo ello tras aquellos 6 meses de relaciones sexuales muy vividas e intensas.

-Ven a mi Sherly, -¿Qué me vas a hacer?, preguntaba ella la adolecente muy sexy, un tanto asustada por estar encerrada en aquel departamento de soltero, a solas con Francis.

-Te voy a hacer mujer, -¿Me harás el amor?, preguntaba Sherly a aquel hombre fisicamente maduro, pero a la vez psicologicamente inmaduro, inmaduro e irresponsable de sus actos, puesto que se metía con una adolecente.

-Claro que si, te haré mía, apuntaba aquel calenturiento macho, de 30 años de edad, y quien ya deseaba hacer suya a Sherly, la adolecente muy sexy. Después de aquella cita en aquel lugar acogedor, mas poco amplio, pero al mismo tiempo limpio y poseído, por un buen aroma, que incitaba a portarse mal, Sherly la adolecente muy sexy quedaba embarazada.

Ella era una adolecente de tan solo 14 años de edad, que le pasara a regalar de instante a instante, su cuerpo exquisito, delicioso y perfumado por una fragancia tan natural, que lograba encender y prender sobre manera a Francis, quien no se podía refrenar ante todo esto.

Francis había quedado para su sorpresa prendidamente enamorado de aquella niña de figura frágil, pero muy apetitosa, para todo aquel que pensara en los placeres de la carne, pues Sherly era una adolecente con cuerpo de mujer, que le hiciera vivir intensamente su vida sexual a Francis.

Francis era un agente de seguridad privada, que laboraba en el antro para tardeadas, de adolecentes, al cual acudía Sherly la adolecente de figura muy apetitosa, de manera regular, y lugar a donde se habían pasado a conocer.

-Estoy embarazada, -No te preocupes que te cumpliré como un hombre responsable, -Pero yo no quiero tenerlo, piensa en mis padres Francis, -Yo me casaré contigo Sherly. Esto le comentaba Francis a ella, queriéndose ver muy maduro y responable, cuando que la realidad era otra. Sherly solo acertaba a hacerle ver que no lo amaba, -Yo no te amo Francis.

Francis rentaba aquel departamento de manera compartida, con los otros 7 agentes de seguridad privada que laboraban en el antro de perdición.

Ese departamento era el refugio para combatir el cansancio, y así mismo para el agotamiento, por el trabajo realizado en las tardeadas para adolecentes, y depravaciones para jóvenes de unos 20 años de edad en adelante, e igualmente para adultos infieles, esto, por las noches y por las madrugadas también, en aquel antro de mala muerte.

Sherly al saberse embarazada y angustiada, le preguntaba a Francis en caso de decidirse a tener al bebe, -¿A donde me piensas llevar a vivir Francis?,-Ya veremos, -¿Qué aquí no es tuyo?, solo eres un carita, pero careces de estudios y de un buen trabajo. De esto último Sherly si ya era consciente, pues pertenecía a un estrato social, más alto, pero más alto que al que pertenecía Francis, por ello se lo reprochaba Sherly, puesto que Francis era un irresponsable, no obstante de que estaba enamorado de ella.

Por otro lado se habían conocido durante el solsticio de invierno, llegando de esta forma a ese departamento, cómodo y confortable, en un día sábado por la noche, habiéndose evadido Francis de su trabajo y de sus responsabilidades, solo por la calentura de pasarla bien en aquel departamento con Sherly, la adolecente muy sexy, pues cuando alguno de los agentes de seguridad privada del antro, tenía movida los otros 7 se borraban del mapa, para darle libertad de acción al que tenía la jugada con alguna chica.

Francis mantenía limpias las sabanas cada que llevaba a Sherly por el apacible departamento de soltero, departamento cuyo pórtico de madera era poco alumbrado, bueno solo lo suficiente, para que se medio viera a la vista, de las visitas, el número del mismo.

Francis lavaba con suavizante para ropa, su ropa en general, pero también enjuagaba con este a sus cobertores de la cama, sus edredones, cubiertas para almohadas, así como a las sabanas, ello cada que ya había descansado de las faenas y labores que realizaba en el antro de perdición, enjuagando con suavizante también a sus pijamas, así como a sus tangas sensuales que solo utilizaba cada vez que llevaba a Sherly a aquel lugar de calentura y perdición, que les hiciera perder el rumbo de sus vidas a ambos, por medio de una mala pasada, siendo que al final los haría quedar peleados y distanciados, esto último por parte de los padres de Sherly, que al enterarse de todo encarcelaran a Francis, por el cargo de perversión a menores.

ENSEÑANZA : no juegues al sexo con menores de edad, que muy posiblemente no conocen a ciencia cierta lo que hacen, ni a que se están arriesgando, y tú pudieras arrepentirte por el resto de tu vida, pues si tu te enamoras de una adolecente, siendo tu un adulto ya de 30 años de edad, pudieras quedar atrapado en ese amor, mientras que para ella solo seras un amor pasajero, puesto que su vida apenas comienza, y por tanto conocerá a más gente, volviéndose
a enamorar y olvidándose de ti para siempre.

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Abracadabra Que La Biblioteca Se Abra

Cuando la puerta se abría los niños y niñas  venían corriendo. Algunos hasta traían a sus padres. Una vez dentro, cogían al  que más le gustaba. Unos lucían esplendorosos y otros  mostraban las huellas del paso del tiempo.  Al abrirlos viajaban a lugares inimaginables, se reían, lloraban, odiaban, se espantaban y  amaban. El interior de cada uno de ellos era diferente y único a la vez.

Sucedió que,  después de un año  la persona encargada de aquel local enfermó y se suspendió la atención. En el barrio todos andaban tristes.

Hasta que un día la señora Gertrudis se animó a reabrir la biblioteca. Y pronunciando “Abracadabra que la biblioteca se abra” inicio su primer día. Ella contaba cuentos a  chicos y  grandes. Al pronunciar  palabra alguna, salía de su boca una mariposa dorada  e iba a parar al  pecho de aquel que la escuchaba.

 

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