Archivo de la categoría: Relatos

Todas Mueren Por El Irresistible Ken

Ken es el hombre que todas las mujeres desean.

Parece  salido de un cuento de hadas, su abdomen es como una barra de chocolate, es atlético, corpulento y su suave piel canela combina bien con sus ojos negros. Todo un símbolo sexual. En los labios rosas resalta una cicatriz que lo hace ver más sexy,  cejas delgadas, nariz puntiaguda  y la sonrisa más provocadora.

Se dice que es como un fantasma, ya que poco se sabe de su vida. Aparece y desaparece de los clubes más importantes de la ciudad, y se da grandes lujos, como llegar en autos deportivos clásicos a citas en los restaurantes más caros, donde reserva las mejores mesas.

Es inteligente, ha invertido bien cada centavo de la herencia que le dejaron sus padres.

Vive a las afueras de la ciudad, tiene una casa grande con un diseño moderno y, una gran reja cubre toda su propiedad. Los lunes, como su rutina lo dicta se levanta muy temprano, limpia y siembra flores nuevas en el jardín trasero.

Dentro de la casa tiene una enorme colección de armas medievales, no hay ningún cuadro familiar, ni de ninguna clase colgados en las blancas paredes. La casa solo tenía dos habitaciones, una en el sótano y la otra donde duerme Ken.

La habitación del sótano solo se abre los sábados, esta tiene una puerta de metal blindado con un moderno sistema de seguridad igual y, solo una llave abre la puerta.

Solo sale de casa los sábados, va a los clubes y regresa a casa con las chicas más hermosas. Todos los sábados pasa igual, siempre vuelve con una chica diferente, todas entran pero, a ninguna se le ve salir. Así ha sido desde hace cinco meses, dejo de ir al psicólogo, comenzó actuar diferente, frío.

Ahora está en su habitación, es lunes y se despierta a las cinco de la mañana como siempre. Se lava la cara, cepilla sus dientes y vuelve a la habitación. No se cambia de ropa solo baja al primer piso, va a la cocina, se prepara cereal con leche y frutas frescas.

Toma su desayuno  y se dirige al sótano, abre la puerta y baja las escaleras después de encender las luces. Abajo en la habitación, una mesa de metal se encuentra en el medio, arrastra una silla hacia la mesa y se sienta.

Hace una oración agradeciendo por la comida, y luego de la primera cucharada, le ofrece  un poco al cuerpo desmembrado de la mujer que trajo a casa el sábado.

Suelta una risa burlona de labios para dentro mientras trata de no botar la comida. Sigue así por unos diez minutos y luego de repente deja de reír, sigue comiendo pero no desiste de mirar la pared del frente.

Cuando termina de comer, se levanta y pone música, agarra la mitad del cuerpo de la hermosa joven y comienza a bailar con él. Las tripas colgando y arrastrándose por el piso ensangrentado.

Como si fuera un pedazo de basura tira el cuerpo por los aires, y camina hacia una pared llena de fotos, fotos de todas las mujeres que había asesinado. Lo curiosos era que las fotos eran tomadas después que las mutilaba con sus armas medievales.

Excitado toca las fotos, hace ruidos como si estuviera teniendo sexo, gritaba con locura y desesperación, para luego quedarse frio y en silencio, se sienta y nuevamente queda mirando la pared del frente.

Allí no hay nada pero él puede ver a sus víctimas mirando, esa la del medio soy yo, y ninguna perra me lo quitara, solo es mío. Hare que las mate a todas como me mato a mí.

Bebe es hora de que lleves el abono al jardín.

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LA LEYENDA DEL SOL Y LA LUNA

Se contaba de una princesa hermosa y brillante como el sol que se enamoro de un ser prohibido: un dios que para ser más exactos era el dios de la noche, un demonio que vagaba por las noches buscando doncellas para hacerlas suyas pero como cualquier mundano cayo atrapado por la belleza e inocencia de aquella princesa.

Un día la joven había salido a observar su jardín y el demonio hipnotizado decidió acercarse pero con lo que no conto fue que el padre de la joven los viera.

Ella se enamoro de aquel ser como si hubiesen estado destinados a encontrarse; aquella tarde ambos se dijeron sus nombres y hablaron como adolescentes enamorados acordando juntarse esa misma noche.

Las semanas pasaban y la joven se entero de lo que él era pero no tuvo miedo, solo sirvió para acrecentar lo que sentía en su corazón.

El demonio cada noche usaba su poder y se disfrazaba de un hombre distinto para no ser descubiertos pero un día eso no pudo ser. Dalila: como se llamaba la princesa. Espero a su amado en la profundidad del bosque pero este no llegaba y nunca lo hizo.

Los años pasaron y la princesa heredo el trono de su padre.

Se caso con un príncipe del reino vecino y decidió olvidar el pasado solo que su corazón no podía hacerlo.

Salió al jardín a ver las flores y un susurro de entre los arboles llamo su atención, camino hasta no poder ver la luz del día y sin darse cuenta termino por llegar al lugar en donde ella y su amante nocturno se encontraban. Sintió la calidez de un abrazo rodearla y su corazón se lleno de gozo.

Un susurro pidiendo perdón la hizo llorar de felicidad; su amor había vuelto, no le había abandonado, Dalila le pregunto porque se había ido y el demonio solo le respondió diciéndole que se encontraran en ese mismo lugar a la media noche.

Como fue acordado llego a lo profundo del bosque y un sentimiento de tristeza y melancolía la embargo.

El demonio nunca había vuelto porque no podía y ahora tendría el alma de su amada para el pero fue traicionado.

“una princesa hermosa y brillante como el sol enamorada de un dios oscuro de la noche, amándose sin poder estar juntos”.

Eso es lo que se cuenta: una triste historia de amor prohibida y muy hermosa.descarga-9

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La Máscara De La Muerte

Soy la máscara de la muerte, madre de la intolerancia, amargura, enojo, rencor y agresión. Me presento con varios nombres y pieles, actúo en la sombra de la noche y a cualquier hora del día. Domino las palabras y el arte de la guerra, soy caos del caos y lluvia ácida a quien bebe de mí. Aferrada a los padres y a los hijos paso de una generación a otra; me combaten, flaqueo, caigo, pero nunca muero. ¡Es que no conocen el secreto de mi muerte! Poseo el brazo que se levanta para pegar a la niña, a la mujer, al débil que no me enfrenta; inspiro terror y gobierno por el miedo.
Nací en el principio y acompaño a los hombres desde su origen, sé sus debilidades: conozco que soy fuerte en la arrogancia y la prepotencia. ¡Necios los hombres que me alimentan! ¡Consumo sus entrañas! Vengo pequeña, envuelta en pañales de episodios esporádicos. Una vez alojada en el interior, crezco hasta hacerme gigante; luego cambio la apariencia de quien me lleva por dentro: desorbito sus ojos y los exploto de sangre, hago crecer los dientes como colmillos de hiena, convierto la voz en hálito de dragón, vuelvo las orejas como lobo rapaz, transformo cada brazo en tentáculos con garras, y pongo pezuñas en sus pies. Por último, inyecto en las venas el odio de los siglos dándoles a beber de tradiciones insípidas.
¡Me río! Estoy oculta en el lápiz del juez, del abogado, firmo convenios y tratados que sello con mi hediondez. Domino naciones enteras, ante mí sucumben presidentes, líderes, artistas, ministros, pueblos. ¡Gozo, bailo, disfruto!, un puño ensangrentado sobre la boca herida, el verbo asesino de viperinas lenguas, los ojos retorcidos en franco desprecio.
¡Soy ama, señora, dueña! Tengo esclavos por millones que sirven fielmente, humillados, presos en barrotes invisibles: los pisoteo y torturo y trato como excremento. Abro la puerta del suicidio y me apetece ver las sogas en el cuello y las arterias cortadas y el veneno lento. ¡Maravillosa forma de enfrentarme y huir!
¡Escucha y sigue mi consejo! Ignórame si eres de los pocos privilegiados que no han sufrido mi cólera. Ignora invitar a mis enemigos: el amor, la compasión y el valor. Ignora los ojos que lloran. Ignora los moretones. Ignora el grito de angustia. Ignora la soledad. ¡Ignora el infierno de quienes me pertenecen! Ignora el clamor de guerra que el siglo levanta contra mí ¡Prohíbo que escribas quien soy! Prohíbo que tomes fotos que me describan. Prohíbo que compongas melodías incitadoras de cambios ¡Prohíbo que publiques noticias de mis actos!
Sé inteligente, si no te agrado, ten paciencia y espera a que otro haga algo, ¡tú no hagas nada! Deja a las organizaciones combatirme, que la vida siga su curso. ¿Por qué vas a ensuciar tus limpias manos defendiendo un montón de cobardes? ¡No¡ ¡no!, no abandones el cómodo sillón, descansa.
Guardo un secreto bien protegido: si llegaran a levantarse contra mí, me volvería débil y enfermiza, una plaga en extinción. Pero he sido inteligente, amenazo la boca que denuncia y habla en mi contra, suelto carcajadas atemorizantes que hacen más bulla de lo que soy. Entonces logro mi cometido: un sangriento y horrible y sucio y vil y sepulcral y putrefacto y asqueroso y desgarrador, silencio.
¡Ah!, despreocúpate si dicen que al no actuar en mi contra me apoyas, no creas eso, solo responde: «no me entrometo en la vida de otros». Tampoco creas que mañana la víctima que destrozaré puede ser tu hijo o hija, tu hermana, tu amigo. ¡Mienten con la verdad! Te juro que tú y los tuyos serán intocables. ¡Lo juro por el nombre de Hitler, de Mussolini, de Stalin! ¡Lo juro en estos días por el Estado Islámico!

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La Realidad Se Altera En Un Instante

Irrealidad

A veces camino y veo una locura,
dice: «que el camino es más lento si no hay aventuras…»,
pero q tanto sabe el pájaro de depresiones,
si al fin del día siempre canta sus canciones;
tan colorida y vistosa, que sabe de males y los destroza,
muy cerca e camina estos días junto a ella,
quizás sea el remedio y además de eso detesto admitirlo.
No existe más paciencia que la destreza de jugar con la mente abierta,
estar vacío y quieto en un lugar que muchos ignoran,
quizás eso sea la vida caminar sin importar lo demás;
el silencio y la verdad a veces se junta y crean una irrealidad,
en el cual las preguntas dejan de estar y ver más que un quizás,
la realidad se altera en un instante…

 

 

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En Medio De La Economía Y Los Bancos

Se infecta un pueblo día tras día,

de seguro te preguntaras esto y dejas una sonrisa,

en medio de la economía, los bancos y la gran compañía,

de personas que sin más trabajan duro aunque la noche este fría,

todos estamos felices en este país, ciudad de fantasía,

se seguirá infectando la democracia por desgracia,

y luchar contra esto es como contagiarte de malaria.

da las gracias y persigue al amor ese que el dinero nunca compro,

si te acuerdas, yo también estuve hay ese día, cuando el reloj se paró,

no encuentre la salida y la verdad no creo que la llegue alcanzar,

pero si nada más te unieras y trabajáramos para dar un bien común,

esto algún día cambiara y mientras has lo tú,

en este mundo si caminas vez todo tan despacio,

no existe más futuro que aquel que compramos,

con nuestro salario, que góticas de vida va gastando.

el trabajo y vivir encerrado,

el dinero, la economía, los mandatarios,

el trabajo, la esclavitud y los bancos,

un día normal acabado.

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