Me duele amarte, porque no te tengo,
me duele pensarte porque te quiero,
me duele extrañarle porque siento que muero.
Me duele tenerte cerca, pero a la vez tan lejos.
y cada día me dueles mas,
porque si sanen mis heridas y las tuyas.
Dueles mas cuando te siento lejos e indiferente,
cuando no me buscas ni me llamas,
me duele y me seguirá doliendo
hasta el día que vuelva a tenerte
Quizás, haya olvidado.
que estuve enamorada de tí,
mas sigo de tus verdes ojos prisionera,
y mi corazón y mi mente, aún te recuerdan.
Quizás, haya olvidado,
las horas de amargura,
que por tí pasé en mi cuarto,
pero nunca olvidaré,
el cálido sabor de tus abrazos.
Quizás, ya no recuerde,
que te amé como a nadie había amado,
pero mi cuerpo insiste
en vibrar cada vez que me acerco a tu lado.
Quizás, haya olvidado,
lo mucho que soñaba con tu amor,
pero no olvido tu rostro,
que quedó en mi alma profundamente grabado.
Quizás, haya olvidado,
lo absurdo que es,
pensar en tí de esta manera,
pero es que sigo estando,
de tus ojos verdes prisionera.
La otra noche mi vida,
tu nombre en el cielo escribí,
y cien estrellas de plata
lo rodearon para tí.
Soñé mi amor, la otra noche,
que tus ojos se alzaron al cielo,
y con gran asombro vieron,
lo que yo para tí en el cielo escribí.
Soñé, mi amor la otra noche,
que dos enormes luceros,
bajaban ese letrero,
mi vida, hasta tu balcón.
Y que una vez allí puesto,
se te colaba en el alma,
mi recuerdo, y hasta mi voz.
Soñé, mi amor la otra noche,
que después de que lo vieras,
allí brillando en tu balcón,
quedó mi cariño grabado
dentro de tu corazón.
Soñé, mi amor, la otra noche,
que dos enormes luceros,
mi letrero hasta el cielo
volvían a subir.
Y de nuevo tus ojos,
se alzaron al firmamento,
pensando esta vez en mí.
Soñé, mi amor, la otra noche,
que el sueño de que me quieras,
se hacía al fin realidad,
mira qué forma más bella
en la que yo lo pude soñar.
Y es que, la otra noche mi vida,
tu nombre escribí en el cielo,
y cien estrellas de plata,
bordaron en él mi sueño.
Antes de conocerte
Antes de conocerte vivía un mundo vacío, sin amor y lleno de
carencias. Pero todo cambio al llegar tú a mi vida. Llenastes cada
espacio vacío en mi vida. Conocistes la niña y la educastes,
conocistes la joven y la guiastes y conocistes la mujer y la amastes.
Aprendí junto a ti a soñar, reír, cantar y amar. Al principio pensé que
todo era un sueño. Sueño que tuve toda mi vida y que que hasta
ahora se ha hecho realidad. Hoy comprendí que somos Almas
Gemelas creadas por Dios para ser un solo ser.
Hay momentos en la vida que nos marcan para siempre. Que dejan huellas que nada puede borrar. Porque han quedado grabadas en nuestros corazones. Momentos imborrables e inorvidables. Muchas veces debido a amores que murieron por un error que cometieron, o errores de ellos mismos, pero en los que ninguno tuvo la humildad de pedir disculpas. Errores por los que dejamos atrás aquello que con un poco de esfuerzo nos pudo haber hecho felices y dar otro rumbo a nuestras vidas. Pero ya es tarde, por eso se llaman «MOMENTOS» y si no sabemos guardarlas o cuidarlos se nos van como agua entre los dedos. No trates de olvidar o de estar pensando en lo que no hiciste, eso ya pasó, no hay vuelta atras, solo queda seguir adelante asesorando todos los bellos momentos que la vida nos regaló, que en su tiempo no se valoraron.conserva en un lugar de tu corazón todo lo vivido, lo que has reído, lo que has llorado. Son momentos que te acompañaron por siempre. Y un día te sorprenderá volviéndola vista atrás y sintiéndote feliz por haber amado y ser amada.