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Caro Data Vermibus

CARO DATA VERMIBUS *

No son solo ésto gozos
propios con tu ausencia
ni de la humanidad
toda esa nulidad
sino que los mismos
dioses te ofrecen
ahora sacrificios
pues en tu ausencia
la misma podredumbre
es una delicia
y aún la logorrea
y el silencio absurdo
permiten razonar mejor
lo que a tí
por fortuna siempre
te ha faltado…
¿Puede acaso el mal
engendrar bien el daño
que a sí mismo
siempre vuelve?…
¡Ningún paraíso habrá mejor
que gozar sólo
si tu ausencia fuere eterna!…

  • Carne dada a los gusanos ( Ca Da Ver ).

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez

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Autenticidad Homogénea

AUTENTICIDAD HOMOGÉNEA

Al sol, que para todos amanece,
hasta el menguado que todo lo cercena,
inundando de luz toda la esfera,
me parece un lívido presagio de tormento.
¡Beldad desterrada del Paraíso!.

A su vez, muerta, la pasión que mata,
y el corazón una prisión es para el sueño,
donde el amor enriquece al más pobre,
del sol la luz me pareciera triste,
y en la lengua un gusto a sangre queda.

Al terminar mi sueño sobre mi frente,
selva sonora del panteísmo es opulenta,
y besa con las pupilas serena la corriente.
En tanto, alma y cuerpo son anhelo, uno solo.
¡Cuando pasan los líquenes las rondas ondulando!.

Buscaba mi alma al despertar la aurora.
Sin embargo, fue siempre caminos de ruido,
en la libre religión de las ideas mieles.
Mudos de espanto escuchan. ¡Cuando ausente estoy!.
Entre el bravo oleaje mar de almohada.

Del gigante corazón su vuelo brilla,
caminando de costado,
con las pestañas de sal de ajo,
y el huracán descansa. ¡Me hace dudarlo!.
En el cáliz de la muerte cotidiano.

De hierro unas lágrimas se asoman,
quitándole barcos a una vela,
con las plumas de langosta,
y la venganza de lengua inquieta.
¡Ya disfrutarán su muerte!.

La madera hiere al fuego se secas hojas.
¡Aunque la música sangre!.
Y eternamente mire cara a cara,
preguntando al hielo de fracasos,
donde sabe todo la tierra del cristal.

De este tiempo las espinas felices,
publican los racimos de los días,
en la morada crepitante.
¡Del membrillo fresco en la mesa!.
Y la noche me dice: ¡Que sólo estoy!.

Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
Del texto y de la imagen.

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