El Enarcar Proceloso…(Neosurrealista)

EL ENARCAR PROCELOSO
(Neosurrealista)

Con armonía el ritmo atropella,
el mar, los viajes, viejos veleros,
sin perder su trayectoria temerosa.
Que sabe escribir bien sus miserias.
Que acomoda salidas en la entrada.

Habla, y endulza sus párpados el río,
camina, y deja sus ecos pardos al sol,
duerme, y teje las cataratas al gato.
Y todo dice al arroyo, en guerra inútil,
con las sábanas del sábado, plateado.

Por ser preciso descubrirle la belleza,
anudando las campanas y balanzas.
Por encender al sueño orugas sordas,
y al miedo, esquivo, voz en la escalera,
los perfumes blancos y pequeñas risas.

Por lo demás, el sillón está tranquilo,
y en la escena, lejos, eriza un bosque,
porque olvidado estaba el fuego frío.
Congelando los ojos al teatro antigüo,
cogiendo y degollando al agua estéril.

Por eso, la selva sombría se sacude,
y cuida sedientos los sueños agrios,
en la fuga del espejo por las calles.
Tan feroz, como el último desprecio,
en los muslos del alba y la caverna.

Nunca las injurias al infierno disputan.
En el pórtico del fúnebre cortejo añejo.
En la siesta donde el sol se ahoga lento.
Por donde el deseo, habita acordonado,
y acobardada, la herradura hace cortinas.

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