Cultivarte

Sociedad intolerante y reactiva,
no enfurezcas por tratarte así.
Trataré de ser compasiva,
yo sé bien, que formo parte de ti.

Quisiera fugarme de tu prisión cautiva,
pues, no he logrado encontrar la felicidad aquí.
No te niego las alegrías que me han tenido viva,
pero sé, que hay algo más en mí.

Tan cansada estas de tornarte agresiva,
que tus ojos han empezado a hablar ya por ti.
Firmemente, miran mi torpeza altiva
buscando clavarla más allí.

Yo te brindo, mi semilla asertiva
y palabras duras, arrojas contra mí,
intento atenuar tu voz destructiva
y solo consigo, parecerme a ti.

Pues mi lengua no es lesiva.
¿Por qué me tratas así?

Ojalá, más allá de la ofensa se perciba
y al fin descubras, lo que te compartí.
La lección que hará tu vida más emotiva,
siempre que a su llamado, digas que sí.

Déjate ya de excusas y cambia de perspectiva,
para que, el instinto, no doblegue de ti.
Da la vuelta, ¡mantén la evolución activa!
No vez, que el razonamiento ya vive en ti.

Así que, Calma, no estés a la defensiva,
este rato amargo termina aquí.
Ahora ve, inclínate hacia la reflexiva
y un mejor mundo se abrirá ante ti

POMELIA Por: Daniela Figueroa C.

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