Todas las entradas de: Daniela Figueroa C.

Yo No Tengo Cuerdas Ni Tú La Manivela.

No me critiques ni me etiquetes.
No me juzgues ni me humilles.
No me impongas ni me ordenes.
No me maldigas ni me pegues.

No estoy aquí para atenderte
ni para cumplir con 1001 funciones.
No soy incansable ni al dolor inmune.
Sólo soy autosuficiente.

No eres tú quien decide mi atuendo.
No eres tú quien escoge mi estilo.
No debo verme de cierto modo.
Ni deben gustarme ciertos colores.

No sexualices mi cuerpo ni mi modo de vestir.
No sexualices mi caminar ni mi forma de bailar.
No sexualices mi ternura o quizá mi madurez.
No sexualices el miedo en mis ojos ni lo frágil de mi voz.

Tampoco me mientas ni me tomes por la fuerza.
No nubles mi conciencia ni arrebates mi aliento.
No hagas de mi un objeto de tus fetiches,
ni hagas indulto de tu altanería.

No. No estoy aquí para complacerte
ni mi consentimiento es infinito.
No tengo que darte siempre un “sí”
más tómame en serio cuando te diga que “no”.

Por: Daniela Figueroa C. www.apuntaletras.com

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Reboso De Amor

Cuando me miras, sonríen tus labios.
Cuando me voy, se oye un gemido.
Cuando me llamas, estás en calma.
Cuando no me oyes, tu mente alarma.

Cuando te beso, te vuelves débil.
Cuando te abrazo, estas estéril.
Cuando tomo tu mano, estas seguro.
Cuando la suelto, estoy en apuros.

Si estás presente, no se te siente,
pero tus oídos están al pendiente.
Escuchas todo y luego reviertes.
Dices amarme y hasta a ti te mientes

No es amor, lo que, por mí sientes,
es la obsesión, que engaña tu mente.
Pasión con amor, has confundido,
es que no amas ni a tu latido.

Confiar en ti, es un desatino,
de mis debilidades, haces tu nido.
Con el tiempo me has exprimido
y al fin, de nada te ha servido.

POMELIA
Por: Daniela Figueroa C.

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A La Sombra De La Nada

Inmadurez es lo que abunda,
donde no existe el diálogo.
A gritos se comunican
y el que calla es humillado.

Inmadurez es lo que abunda,
donde hace falta el respeto.
A los demás critican siempre
y se comparan mutuamente.

Inmadurez es lo que abunda,
donde luchan por el poder.
Ego, es lo que les sobra
y la nobleza está por los pies.

Inmadurez es lo que abunda,
donde no controlan sus emociones.
Creen que el rencor viene de afuera
y qué la sabiduría, es propia.

Inmadurez es lo que abunda,
hacia sí mismo y hacia los otros.
El sufrimiento lo hacen suyo
y la culpa, la tiene el otro.

Inmadurez es lo que abunda,
En la mente más avanzada.
Que no ama como los inocentes
y que quiere descontrolada.

POMELIA
Por: Daniela Figueroa C.

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Cultivarte

Sociedad intolerante y reactiva,
no enfurezcas por tratarte así.
Trataré de ser compasiva,
yo sé bien, que formo parte de ti.

Quisiera fugarme de tu prisión cautiva,
pues, no he logrado encontrar la felicidad aquí.
No te niego las alegrías que me han tenido viva,
pero sé, que hay algo más en mí.

Tan cansada estas de tornarte agresiva,
que tus ojos han empezado a hablar ya por ti.
Firmemente, miran mi torpeza altiva
buscando clavarla más allí.

Yo te brindo, mi semilla asertiva
y palabras duras, arrojas contra mí,
intento atenuar tu voz destructiva
y solo consigo, parecerme a ti.

Pues mi lengua no es lesiva.
¿Por qué me tratas así?

Ojalá, más allá de la ofensa se perciba
y al fin descubras, lo que te compartí.
La lección que hará tu vida más emotiva,
siempre que a su llamado, digas que sí.

Déjate ya de excusas y cambia de perspectiva,
para que, el instinto, no doblegue de ti.
Da la vuelta, ¡mantén la evolución activa!
No vez, que el razonamiento ya vive en ti.

Así que, Calma, no estés a la defensiva,
este rato amargo termina aquí.
Ahora ve, inclínate hacia la reflexiva
y un mejor mundo se abrirá ante ti

POMELIA Por: Daniela Figueroa C.

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Renacer

Botea botea, la pelota,
que hacía mí siempre rebota.
Lanzo y ruedo fuertemente
y otra vez, la tengo en frente.
 
Yo no quiero que sea mía,
pues no me gusta su poesía.
Que de espinas está llena
y sin luz tiene su prisma.
 
Botea botea, ya pelota,
botea lejos de mi asilo,
que el desespero ya me inunda
y la soledad, a mi has traído.

Oh Pelota, a donde has ido,
Mejor vuelve ya a mi nido.
Hoy de ti he aprendido,
que mi enemistad no va conmigo.
 
Sigue y ya no marches,
que a abrazarte, he corrido.
Te pondré un nuevo aire
y al lustrarte, darás brillo.
 
De esta forma me he vestido,
me he peinado y he surgido.
Así, al visitar mi reflejo,
de nuevo, he sonreído.
 
POMELIA
Por: Daniela Figueroa C.
 

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