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Fue Solo Un Sueño, Ella No Estaba Acá

Caminaba por las calles de esta  ciudad de manera desconcentrada y sin darme cuenta de mi alrededor, tal vez por eso creí verte parada frente a mí, a unos 8 metros de distancia, estabas con una chaqueta roja y un vestido azul, tu cabello era lacio y me mirabas con una gran sonrisa y los ojos brillosos.

Yo estaba con una chaqueta azul, un pantalón beige y unas zapatillas negras. Nuestras ropas no eran tan iguales, pero eso no nos importaba.

Fui corriendo dónde ti, no quería perder el tiempo, quería estar contigo y tú me esperabas, bajo la luz de aquel poste. Todo se tornaba oscuro pero los dos nos encargamos de darle color a ese momento.

– Mardy, no sabes cuanto tiempo te esperé- Te dije mientras sentía como tus brazos rodeaban mi cuello.

No quería soltarte, quería que el tiempo se detuviera, al fin estaba contigo.

– ¿No sabes cuantas ganas tenía de hacer esto? – y en verdad, no creo que lo sepas..

Y, te juro que quería seguir diciéndote varias cosas, pero me callaste de la forma mas hermosa que conozco, me mandaste a callar con un beso, pero este fue distinto, un tipo de beso que nunca sentí. Tal vez me sentí extraño porque no besaba a cualquier chica, besaba a la chica que amo tanto.

Solo me limité a cerrar los ojos, tomarte de la cintura, apegarte a mi y dejarme llevar por el viaje que me generaba tus labios. Esto era la mejor droga, era mi mejor viaje. Y no quiero que acabe ….

Pero, entonces abrí los ojos y no estabas tú, no había nadie, todo estaba negro, todo fue un sueño. Una vez mas golpeé la maldita almohada y me limpie una que otra lágrima. No estabas aquí y tal vez, tampoco lo estés.

Anthony Kenneth.

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Amor A Distancia

Sentado en el parque mas cercano a mi casa y todo a oscuras me tiembla todo el cuerpo porque pienso en ella….

Pienso en sus hermosos ojos (dice que son marrones, para mi son negros), pienso en su cabello (dice que es crespo pero para mi es ondulado) trato de memorizar su tono de voz, de esas voces que no son ni tan graves ni agudas… son de un tono medio.

No sé porque lo hago pero en este momento solamente quiero pensar en ella. Sonará algo idiota y cursi pero es lo que genera dentro de mi, cambia mi mundo gris a un mundo lleno de color.

Pero, no todo es bello… Ella no está cerca de mi y todo eso me viola la mente.

Me encantaría poder cerrar los ojos y al momento de abrirlos verla frente a mi, tomarla de la mano, abrazarla y sentir el sabor de sus besos pero no puedo hacerlo, ella esta lejos de mi.

Anthony K.

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Abadía

Iglesia de San Pedro, Cölln Alemania, 4 de octubre de 1233

Por los viejos pasillos…

– ¡Vamos, se fue por aquí! – Exclamó una fría voz.

-General Franz, aquí no hay salida. – Dijo el soldado de forma vehemente

– ¡A un lado Arschlöcher! – gritó el general Franz mientras se hacía a un lado el pesado y deteriorado librero, dejando paso a una diminuta entrada con puerta de madera desgastada y corroída durante siglos por las termitas, con una manija en forma de argolla, oxidada por la humedad y a punto de desprenderse.

<<El lugar tiene aires de derrumbarse en cualquier momento>> Pensó el general.

– ¡Se ha ido por ahí! – Exclamó la exhausta voz de uno de los militares.

– ¡Qué esperan, síganlo!, ¡Unbrauchbar[i]! – gritó a sus hombres.

Ninguno de sus hombres bajó, no por el peligro de que se derrumbe en cualquier momento el techo sobre ellos, sino porque el lugar emitía un fétido olor a descomposición y por más que acercaban las antorchas, no lograban ver fondo alguno.

– ¡Son una bola de Schwule[ii]! – Les gritó a los tres hombres que tenía junto a él.

Acto seguido con la rapidez que lo llevó al puesto de general, sacó un pequeño puñal que tenía enfundado en un su cinturón, con un movimiento ágil, cercenó la garganta del caudillo más cercano sin que éste se percatase si quiera del movimiento del general, dejándolo agonizar y desangrarse mientras se dirigía a los otros dos soldados que veían atónitos la escena frente a ellos.

– ¿Algún otro que se niegue a seguir mis órdenes? – Exclamó furioso el general.

Sin perder tiempo, los dos soldados tomaron la gastada escalera con escalones a punto de romperse por el paso de los años y la humedad del lugar, la soga deshilada por el tiempo y a nada de ceder con el peso del militante. La tiraron al vacío. Al no escuchar la escalera haber tocado fondo, se arriesgaron a bajar.

El sargento Franz, con su mirada de demencia sólo pensaba en el Sacerdote que, negligente ante la cordial orden del sargento Franz, se negó a entregarle el cofre con los pergaminos negando la existencia de ellos. Sólo pensar en eso hacía que el sargento ardiera de cólera, queriendo aferrar sus manos al cuello del clérigo y ver cómo se apaga su mirada dando su última bocanada de aire rogando por su vida.

Varios metros debajo del lugar donde se encontraba el sargento, en los íntimos pasadizos de la abadía, corría sin parar el Sacerdote Anton con el pesado cofre en sus brazos, a pesar de su avanzada edad se mantenía en forma para correr con tal peso.

<<Vaya que, si no muero en brazos del sargento Franz, moriré de un paro cardíaco>> Pensó de forma irónica el sacerdote.

Corriendo, se arrojaba por los obscuros pasillos, atravesando los antiguos y abandonados salones, con paredes a punto de ceder por el peso de la abadía, los pilares habían dejado de ser los grandes y fuertes soportes que fueron alguna vez.

<<La orden ha descuidado un poco los sagrados salones, aunque si todo marcha como ahora, no quedará mucho que arreglar>>. Se dijo a sí mismo mientras intentaba recordar la salida secreta que llevaba a aquel recóndito lugar.

<<Ni siquiera siendo el joven que solía ser la vez que decidí unirme al monasterio, logré memorizar éste segundo convento bajo tierra, ¡Scheiße[iii]!>>  Caviló.

Escuchó un fuerte estruendo a lo lejos, como si un saco de tierra cayera haciendo un ruido sordo al caer sobre el suelo.

<< ¡Han entrado!, ¡Dämonen[iv]!, ¡Han entrado!>> Se dijo a sí mismo.

…Justo en la entrada de la trampilla, el general Franz lanzaba maldiciones

<< Ese maldito Sacerdote le ha hecho algo a la soga de la escalera, piensa en todo aquel imbécil>> Pensó el general.

Al asomarse para ver dentro de la de la diminuta entrada en el suelo, logró observar un pequeño resplandor de luz proveniente de la antorcha que tenía el soldado que calló de forma estrepitosa al fondo del oscuro lugar.

<<Sí que es una gran altura, esa caída seguro debió matarlo>> se dijo a sí mismo.

– ¡Hey tú!, rápido, consigue una cuerda lo suficientemente extensa y resistente para bajar, ¡Aquel infeliz de seguro ya ha de haber escapado! – Gritó Franz a su segundo al mando.

Sin pensarlo dos veces el soldado salió corriendo en busca de una soga, no tardó mucho en volver

– ¿Qué esperas?, ¡Baja! – le gritó exasperado el general.

–En seguida señor – Contestó el soldado.

El joven soldado se dispuso a bajar lentamente por la soga, al llegar al fondo tomó la antorcha de su compañero, lo primero que vio al tomarla, fue el oscuro y largo pasillo con un aire frío y húmedo, con las paredes a punto de sucumbir ante ellos. Enseguida bajó el sargento.

– ¿Pero qué demonios…? – El joven soldado observó a su compañero caído, pensando en la indiferencia de su superior hacia y observó el lugar de forma desagradable.

– ¡Es una maldita cripta! – Gritó el caudillo.

–Bien, pues si no quieres ser un adorno más, andando– Exclamó de forma indistinta el general Franz.

Dicho una vez esto se echaron a correr hacia el infinito camino con una inmensa cantidad de cadáveres, unos aún en estado de putrefacción avanzada, otros en huesos desquebrajados, y otros en sarcófagos, pero nada se interpondría entre el general y aquel cofre.

Un par de pasillo más delante, el Sacerdote empujaba con todas sus fuerzas un fragmento enorme de loza que cubría la única salida del lugar

<<Recuerdo que este trabajo era más fácil cuando lo hacíamos entre unos cuantos más hace unos años>> Pensó Anton, mientras intentaba mover el enorme pedazo de roca.

Entre gemidos y esfuerzos sobrehumanos, logró abrir una pequeña abertura donde sólo cabía una persona

<< Bien, creo que será suficiente >> Se dijo a sí mismo.

Agotado por el gran esfuerzo y debilitado ante el pesado bloque, optó por guardar las pocas fuerzas que le quedaban, dejó de empujar y decidió entrar en la abertura que había hecho. Metió el cofre primero y enseguida él, esforzándose debido a la estrecha abertura

<< Seguro que el Obispo Jörn no cabría por aquí >> Ironizó.

En seguida logró percibir el aire fresco y el agradable olor a Ulmus[v] que había sentido sus largos años en la abadía, se tomó unos segundos de respiro y se dispuso a correr entre los grandes y viejos árboles, perdiéndose entre la penumbra del oscuro bosque.

A unos metros de llegar a el gran bloque de roca abierto, uno de los jóvenes soldados tras el general Franz, corrían cuanto sus piernas lo permitían. Al llegar al lugar de la abertura, el soldado se arrodilló cansado, inhalando y exhalando aire. El general Franz muerto de rabia y furor, exclamaba maldiciones, golpeando la pared perdido en su cólera, abriéndose una herida que enseguida comenzó a sangrar. El soldado, asustado ante la escena del general le preguntó.

–¿Se encuentra bien, señor? – Preguntó tímidamente.

El general ni se inmutó a responder, parecía incluso que se encontraba solo, sumido en sus pensamientos, la mirada vacía y su semblante inexpresivo. Con tres palabras resonando en su cabeza.

<<Todo está perdido>>.

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[i]Unbrauchbar- Inservible. Traducción de alemán a español.

[ii] Schwule- Maricas.

[iii] Scheiße-Mierda.

[iv] Dämone-Demonios.

[v] Ulmus-Árbol común en Berlín.

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El Viaje Hacia La Verdad (Parte 3)

Encuentro 3

 

Un día una noche me tomo para respirar de nuevo el aire cálido

que sopla la vida, aquellas palabras que pude hablar con mi pasivo e

interesante amigo me ayudo no solo a darme cuenta

de que hay “algo” en lugar de ese “eso” que he logrado indagar con

respecto a la verdad, pero el camino hacia una respuesta es como

tocar el cielo sin alas, aun así, las respuestas cambian como la vida a

veces una respuesta no es la respuesta única a una cosa sino a otra o

un derivado.

Caminando por las calles hablo, convivo con el ahora y veo tantas

cosas que confunde como por ejemplo ¿qué puede ayudar a una

persona que está en resistencia ante esta mentira hecha verdad?

Pero claro bajo esto pensaran ¿pero este personaje solo es negativo?

¿acaso pierde el tiempo escribiendo estupideces? ¿será un

antisocial?, uno responde: para nada soy solo una persona que le

gusta escribir lo que piensa y pone una realidad que muchas

personas ignoran porque piensan que es una batalla perdida crear

un edén en un lugar en donde no hay justicia.

 

Oh! Perdón justicia; esa palabra creo que la han escuchado y leído

en varios lugares, déjalo como una irrealidad, pero ese es el

problema, la irrealidad denomina su sentido a algo que es imposible

o algo inalcanzable a ser algo real, pero esa palabra deriva también a

un reto para los hombres.

 

Pero este tema lo veremos más adelante. No es una evasiva por ser

ignorante sino que todo tiene un proceso un momento y un

tiempo… dentro de este pensamiento cuando transitaba por mi

camino, curiosamente encontré a una persona que me miraba,

sosamente continúe mi camino, pero rápidamente ese personaje me

detuvo y me dijo ¡mi amigo me conto de ti!

Y yo le pregunte que amigo, y me dijo con el que hablaste el día

anterior Y dije “mm ya veo y bien te puedo ayudar” y me dijo “claro

ayúdame a saber algo” Y le dije “está bien”

Cuando llegamos a un sitio adecuado para hablar me dijo “porque

haces esto con él” y le pregunto “que he hecho con él” y luego me

dice “crearle historias locas y sin futuro” y le digo “mm ya veo algo

más” y me dice “déjalo en paz” y luego le digo.

“déjalo, el vino a mí y sacie su curiosidad de que algo anda mal en el ahora”

Más bien te pregunto algo ”a que esperas” luego de ello me retiro pagando la cuenta.

Pero ante ello me he dado cuenta de una cosa las personas de ahora

aspiran a un título, a un sueño tradicional y obviamente muchos

llegan y obtienen ganancias que esperaban, pero estoy seguro que la

mayoría con estos aspectos les ha tocado sacrificarse para ello, pero el punto sigue siendo viable.

 

¿Por qué tenemos que sacrificarnos para obtenerlo?

 

Porque el hombre pone obstáculos para los sueños no solo de uno

sino el de los demás, conozco el dicho ¡uno debe sufrir para obtener

el triunfo!… claro claro, pero no es la vida sino el hombre que lo ha

hecho ni siquiera es un orden natural sufrir para obtener un éxito,

sino un obstáculo hecho o made in mankind.

 

Por eso mismo hay atrasos en el progreso humano no solo estoy

contando con los que han tenido suerte hablo por los que viven bajo

ese sol moribundo que son millones.

Pero bueno la vida no moldea solo carga una culpa de un crimen

insulso que nos arrastra hacia una involución lenta… llegando a este

punto, continuo mis días observando a mi gente con gran anhelo no

solo mi familia, para mis normas siempre le tendré afecto y tristeza a

las personas de hoy porque.

Somos tan fuertes cuando encontramos unidad ante un problema,

una salida a un callejón con 2 vías y pesadillas, una fortaleza que

podría forestar de sueños y progresos a este mundo que lo único que

necesita esta esfera llena de vida real, es solo progreso y justicia.

Puede sonar algo muy niñeó, pero esto lo ven los que abren los ojos a

este mundo y desde esa época es algo que no debería perder el

rumbo o la meta humana que debería ser.

 

“Pero que se necesita para eso” la verdad puede haber “algo”.

Llegando a mi hogar para dormir y dejar atrás otro día sentí algo

extraño llamando al lado de una puerta… una gran puerta, pero no

concibo describirlo debido a que solo se ven entre sombras y neblinas.

Después de esa noche indague, busque, analice aquella visión de ese

sueño, pero la verdad es difícil de describir, pero note cuando estuve

cerca de aquella puerta algo extraño, “sentía calidez y tristeza al otro

lado” pensé que era algún tipo de señales o comúnmente de que iba

a morir pronto; pero fue diferente, como si tuviera vida lo que estuviera en esa puerta.

 

Acabando mi trayecto hacia el lugar en donde puedo conversar con

tranquilidad con mi mente la sorpresa llego a mis ojos, mi

compañero del otro día esperando con un vino me dice.

“Saludos Caballero tuve el presentimiento de que te vería por aquí el día de hoy, algún problema de que me quede aquí contigo hoy”

Y le contesto

“Creo que podemos avanzar un paso más”

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