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Que Triste Está Mi Alma Cuando Llora

¡Qué triste está mi alma cuando llora!
Que hermosa es la luz de la aurora,
lo mejor de la mujer es el arte,
lo peor del hombre es tener suerte en la muerte.

Tan grande es la melancolía,
que tiene mi alma dolía,
pronto se acabara el día,
pronto se acabara la vida.

Para que reír
si vamos a sufrir
para que existir
si vamos a morir.

Estas cosas son inefables,
muchas veces incomprensibles,
al no ser visibles,
pero si palpables,
es impresionante el escozor,
cuando la muerte infunde terror,
Adán y Evan son los culpables de éste error.

Que triste está mi alma cuando llora,
¿por que la muerte es tan extraña?
¿Por qué nos acompaña?
No me da la gana
ni hoy ni mañana
de escuchar las campanas
no es porque no quiero sino qué
se me quitaron las ganas.

La muerte en este instante,
creo que está buscando su difunto,
ojala que no sea yo,
el qué se va de este mundo.

No quiero saber nada de la muerte,
quiero ser fuerte,
pero cuando pienso en ella,
se desaparecen mis huellas.

Que triste está mi alma cuando llora,
que hermosa es la luz de la aurora,
tan grande es la melancolía,
que tiene a mi alma dolía.

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Eterno Compañero

Vagamente recordaba la última vez que la vi.

Mientras caminaba, la fría llovizna hacía que mis zapatos resuenen en la vieja vereda. Acompañado por la ya tenue luz de los faroles, dejaba que mi sombrero barsalino y mi traje confundieran su hedor a cigarro con la respetada esencia de la tierra mojada.hombre-anda-lluvia

Apenas puse un pie en ese bar, la melancolia me inundo el pecho. Prendí un cigarro y le pedí al pobre desfachatado que me sirviera un whiskey para intentar perderme en el llanto de aquel bandoneón.

Quizás, si no la hubiese notado al pasar, sus ojos se hubiesen perdido en ese mar. Pero cuando la vi bailar… Dios supiera con qué  gracia e inocente sensualidad, movía sus caderas e interminables piernas

¿Cómo pude pensar en acompañarla esa noche? Estaba como un niñato nervioso de tener la torpeza de romper algo frágil. Me sonrió con dulzura al acabar el recorrido y me despidió con un beso. Quien diria que seria el ultimo; maldito sea el dia en que ese pobre ruin borro la sonrisa de ese angelical rostro.

Que amargura pensar que ese fachenzo se hacia llamar su eterno compañero.

 

 

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