Mí Monstruo

 

 

El último reducto de oscuridad se esconde en el rincón más íntimo de mi alma. Trato de huir con gran desesperación y entre más corro, me tropiezo con todas las ramas secas que anidan en mi mente.

Poco a poco ese pequeño fragmento de penumbra va creciendo de forma casi imperceptible dentro de mi, y lo puedo sentir golpeando con toda su fuerza, dejando cada vez un poco menos de espacio para que entre la luz al rincón del  que ha hecho ya su propia habitación.

Y cuando me doy cuenta, ese trozo insignificante ya no es asunto de menor importancia, ahora se ha convertido en un enorme monstruo de aspecto furiosos que a lo lejos me observa con vidriosos ojos.

Hago mi máximo esfuerzo para alejarme de su horrible visión..pero hay algo que no me deja mover, mientras observo una y otra vez  sus escandalosas evoluciones frente a mis ojos.

Se mueve como si no tuviera conciencia alguna de su propia existencia, agitando sus enormes brazos como si fueran viejas ramas de un árbol bastante deforme. Finalmente me hace una mueca burlona antes de dirigirse con paso tambaleante hacía mí, la persona directamente responsable de su existencia.

Presa del miedo intento sonreir muy torpemente, como intentando ahogar todos los pensamientos relacionados con mi inminente final y con alivio observo como poco a poco el monstruo se va poco se va debilitando hasta volverse una masa sin forma hecha de polvo.

Por un momento muy breve me olvido de todo pensando que quizás esta vez fue la última.. que jamás tendré que volver a observar el terrible rostro del monstruo durante todo lo que me reste de vida… pero al instante recuerdo que él nunca muere, su presencia siempre estará en todos los momentos más alegres de mi existencia, afilando sus garras para matar el tiempo en lo que espera para atacar de nuevo.

 

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