Disparo.

En algún día borroso
En algún silencio convertido en bramido
En algún vocablo tristemente perdido
Se encuentra un mundo brumoso.

Es la tierra de los que no tienen hogar
es el lecho de los amantes furtivos
es el espejo de los sinsentidos
que sueñan con ser realidad.

En ese triste destino
de quiénes han vendido su alma
a un diablo que dio todo menos calma
se encuentran mis sueños prohibidos.

Son aquellos pensamientos nocturnos
que nacieron con poesía
con música que canta escondida
a quien no debe, Saturno.

Son los vacíos que atacan
las zonas sembradas de amor
vacíos que nadie abraza
ni en la nocturna lucha del sol.

Quizás la poesía es esto,
tan sencillo
encontrar a los demonios
a los miedos en binomios
para aceptar que no pudo
por mucho intento que tuvo
apretar el gatillo.

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