La Ciudad De Los Corazones Sensibles

Ciudad del vagabundo que disfruta su aroma

mientras el dueño sufre su ausencia.

Sus calles húmedas pisoteadas cuentan historias

que muchos prefieren ignorar.

Desapercibido el busto del héroe y que en abundancia deja plasmar

por sus calles, parques y palacios, muchos sin conservar.

libertadores y oprimidos, inmortales ante Dios

más la mínima reseña recuerda su traición.

No es mi sombra la que mancha sus delicadas facciones

el color de la furia deteriora su esplendor.

Donde nacen las palomas, donde veo el tricolor

se levanta un ser valiente qué libro mi corazon.

Las montañas la sostienen como agua al ruiseñor

y se extiende por el valle como los granos de arroz.

La amo con deseo y me duele recordar

las angustias que la oprimen de su débil gobernar.

Es valiente el que la alienta a forjarse en la nación

y no dudo en apoyarlo mientras luche con pasión.

Corazones insensibles  que deambulan por doquier

indolentes de su arte indolentes de su ser.

A más hombres extranjeros ilumina el corazón

a más hombres con la gracia enamora con razón.

No es su clima no es su raza es su propio padecer

porque muchos los que tienen viendo al pobre retorcer.

Las fracciones disimulan los convenios entre sí

y los pocos que no callan sufren este frenesí.

Mi bandera no la cambio pues yo ya me enamore

sus colores son la sangre que circula por mi ser.

Corazones sensibles corazones sin piedad

adorando la injusticia que moldea la ciudad.

En cuanto a corazones sensibles quiero recordar

que son muchos los que quieren y pocos los que dan.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Un comentario sobre “La Ciudad De Los Corazones Sensibles”

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