Si tu carga es pesada,
si tu espalda ya no la aguanta.
Si tus manos están frías
y tus piernas ya no responden.
Sólo traeme a tus pensamientos
y allí estaré con vos para ayudarte,
para alentarte, para aliviar tu peso
y para darte calor.
Siempre estoy aunque no me veas.
Soy más que carne y huesos.
Tengo la suerte de volar a donde quiero,
de ser esto y aquello, aquí y ahora,
tanto ayer, hoy y mañana.
Tan simple como que soy
mucho más que carne y unos cuantos huesos.
Y no lo olvides: vos también.
me gusta,indudablemente la FE mueve montañas. irene.