A punto de trepar tu mundana piel
por culpa del inevitable ancestral mandato,
de instinto salvaje y osado…
me detuve unos infinitos segundos
y me pregunté por qué… por qué…
otra vez?
Me perderé en un abismo profundo…
de simple calentamiento global
y caricias muertas,
jugando a que todo es de verdad de verdad
y me resigne con calma impotencia.
Pero inesperadamente
cuál profeta predecido,
me respondiste casi ofendido.
Con palabras inexistentes…
Sólo leyendo mis ojos
e interpretando como nunca nadie antes
este perpetuo silencio indecifrable.
Rozando apenas mis hombros,
con timidez a mi interior te acercaste
Poco a Poco…
Besando mis manos;
acariciando mis párpados;
construyendo un refugio con tus brazos;
para este cuerpo cansado.
bebiéndote algunos suspiros míos,
sintiéndonos al fin liberados
hundiéndonos en nuestros delirios…
Mi apagada llama encendiste
con tu dulzura etérea,
que pensé que ya ninguno tenía
y descubrí que el alma gemela a ratos al menos si existía…
Poemi Carolina 2009
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