NOSTALGIAS DE LA INFANCIA
Buenos Aires hierve, estamos soportando un comienzo de verano agobiante, nos estamos convirtiendo en un país tropical. Mientras en América del Norte están viviendo unos de los inviernos más fríos de su historia, los del sur nos derretimos en sudor . Será por eso que nos dicen sudacas ?..» Lo que mata es la humedad», una frase reiterada en La Reina del Plata que tanto es aplicable para invierno como verano. Y es verdad. La humedad ambiente es tan alta, que hace que el frio y el calor sean penetrantes y se te metan hasta los huesos. La sensación térmica, que le dicen, siempre está entre cinco y siete grados, sonbre o bajo la real.
Pero mirá el spiche que te bato para prologar una de las charlas de café, que en este caso y en esta noche de verano, tiene lugar en la vereda del bar, porque los boliches de barrio no tienen aire acondicionado y adentro hace un calor de cagarse. En su interior solo queda el gallego en la caja y el mozo de mostrador, que también es gallego, como corresponde, pero no es dueño, aunque es posible que tenga algunos puntos en la sociedad, como también corresponde. Las mesas, sillas, mozos y clientes al aire libre, que siempre parece más fresco que el envasado. Donde la consumición tiene un recargo,” para pagar los impuestos de la Alcaldía”, argumenta el patrón, que no reconoce el termino Municipalidad y que a los inspectores los arregla con cuatro pesos y un café con leche.
¿Pero qué me pasa hoy, que no entro en el tema ?…Me engancho en giladas, me voy al carajo y la hago larga al divino botón. Porque fíjate vos, que el tema no tiene nada que ver con el calor, la humedad, ni los gallegos. Cuando vuelva a colgarme, chiflá para que la corte, pero seguí leyendo que ya viene el cuento. Con lo que tiene que ver, es con esta costumbre mía de andar dándole vueltas a las cosas. Fue el que surgió, en la “Reunión se los Inteletuales», cuando el Beto le dijo a Cachila, que no se decidía a pedir gaseosa, cerveza o café :
.- Dale boludo, tenés más vuelta que una calesita, vos…
Al pique se enganchó Copete, que tiene una particular habilidad para tirar centros y poner un tema en el área:
.- La…ca…le…si..ta !… Dijo como rumiando y agregó en voz alta para habilitar a todos: Qué loco, oyeron lo que el Beto le dijo a Cachila, “ tenés más vueltas que caballo de calesita”…
.- Yo no dije caballo…
.- Pero así es el dicho, boludo…
.- Sí, el dicho boludo, porque podría ser el avión, los autitos o los chanchos…
.- El dicho no se refiere a los accesorios, sino al caballo que antiguamente la hacía girar,. ignorante.
.- Qué lo parió …Lo que uno aprende de los viejos !…
.- No me rompás las pelotas , quiero contar lo que pensé el otro día cuando paseaba por Alsina y vi las calesitas en las plazas,… ..
.- Siempre haciendo turismo de aventuras, vos. Dijo el Beto que tenía ganas de joder. .- Está bien, seguí dale.
.-Sí, sigo y vos cortala que me tenés hinchados los higos…Cuando vi las calesitas llenas de pibes, pensé, que si alguien hubiera dicho, “inventé un juego para dar vueltas”, y mostraba el prototipo, se le hubieran cagado de risa y no habría nadie que se interesara en el proyecto. El pobre tipo sr hubiera ido arrastrando los fanguyos, derrotado ante tantos “ no va a andar” . Pero el tipo lo hizo y anduvo. Tal vez porque no consultó a nadie, o que se yo… porque así son las cosas simples que soñaron los genios, que perduran en el tiempo desde el anonímato. Me hubiera gustado dar una vuelta, pero el pudor me lo impidió y me quedé mirando a los chicos, buscando en ellos el que fui.
.- Muy buena reflexión , Copete. Te escuchaba y pensaba…no se entiende como un juego tan boludo, siga sobreviviendo en la era de la tecnología y la cibernética, y se mantenga sin cambios en el tiempo, excepto el caballo. Que sea el juego colectivo más popular en los niños…y se me ocurre que no es solo un juego, que vendría ser un desafío, eso, el primer desafío. Como un test de la personalidad del niño. Porque, fijensé, ahí se manifiesta, como en ningún otro caso lo que seremos en nuestra vida de adultos En este caso sacar la sortija, que sería, según Freud, el objeto del deseo movilizador del juego. En él se vislumbra al luchador, que la pelea arriesgando una caída. El seductor , que pretende conseguir el favor del calesitero con sonrisas. El simulador, que muestra desinteres , para dar el zarpazo oportuno del arrebato. El perdedor, que ni lo intenta, y un montón de otras actitudes dignas de un estudio del comportamiento del hombre social… Cerró su intervención Petete, un estudiante de psicología social, que chapeaba de sicólogo, semblanteando en el panel, el efecto de sus palabras.
.- ¿ Eso lo escribió «freu ?…Preguntó el Beto, con tono irónico.
.- ¿ Froid ?…Nó, eso pienso yo a partir de mis conocimientos analíticos.
Se siguió hablando del tema con nostalgiosos comentarios, hasta que cuando parecía que ya elestaba agotado, Cotolo, con la voz quebrada y los ojos llorosos dijo:
.-Los escuché emocionado. No saben lo que hubiera dado por vivir esa experiencia…
.-¿Qué, nunca anduviste en calesita, vos ?…
.- No, sí… Me lo pasaba arriba de la calesita. Pero nunca saqué la sortija…Mi viejo era calesitero… Y se le cayó una lágrima.
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