Caprichoso destino que juegas y te burlas de mí
Me engañas, te ensañas y me muestras maravillas….
Y solo espejismos vanos
Que desaparecen en mis manos.
Me muestras mundos sorprendentes,
Amores verdaderos y resultan traicioneros….
Lloraba por ello y calmaba consuelo
Pidiéndole al cielo mandara demencia
Para no sentir dolor y un día se escuchó mi clamor
Bendito aquel que sin conocer a mi puerta toco y mi alma sano.
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