Te siento suelo del viento, imperante subordinas mis tierras acorralándonos con tus dientes salados.
Arca del secreto, expeles misterio con tu vaivén infatigable y tu horizonte inhóspito.
¿En qué momento nos sacaste de tu extensa hermosura y nos mandaste afuera?
Venerable hijo del sol y espejo del universo, no me hagas tomar una copa de tu agua o tu traición revivirá mi miedo, tú sólo sigue abrazando cuidadosamente mi hogar como yo sigo respirando tu brisa y atesorando tus valiosos regalos.
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