2 de Octubre de 2009

Mi dulce y arrogante amor:

Te escribo estas lineas buscando en mi mente las palabras exactas que te hagan entenderme. Aun cuando parece que soy fuerte, soy alguien que de vez en cuando necesita la dulzura de un beso y el remanso de tu cuerpo para curar mi dolor; el oído atento a mis lamentos y el callado murmullo de tus labios mientras me confortas en un abrazo y me convences con tu silencio de que todo muy pronto estará mejor.

Que paciente y ecuánime controles los berrinches de este mi travieso y malhumorado corazón; que entiendas y a tiendas las súplicas de un simple te amo, que al ser escuchado de tus labios regocija mi mundo y alborota mi ser. No espero ser siempre comprendida pero si atendida con amor y paciencia; no espero que siempre estés de acuerdo pero si que me corrijas con amor y un beso. No esperes que no sienta celos ya que el corazón se irrita a veces aún sin sentido, mas como pedirle cordura a un corazón loco de amor (aún cuando el cerebro le dice ten calma, sólo existes tú para él ) sé que la razón a veces dicta proteger más a la delicada flor abatida por el viento; más aquella espinosa que no se inmuta necesita también la protección del cielo y de vez en cuando una muestra de cariño recibida por la tierna caricia de las gotas de lluvia que le devuelven la vida.

Así pues amor mio, espero haber explicado en breves lineas mi comportamiento.

Con amor.

Illirya.