En la noche, tenues luces nos rodean,
Como queriendo ser participe, de este momento al amar,
No nos acompañan ángeles, ni estrellas,
Solo el fuego y el mar,
Cómplice de nuestros sueños,
Todos los astros nos quieren acompañar
En este momento sublime
Que ambos habremos de viven ciar,
Y enredados nuestros cuerpos, se comienzan amar,
Se nos va la vida entera, en este acto al amar,
Nuestros besos aletargan como queriendo drogar,
Alucinando como quema el fuego y el agua del mar,
Movimientos como oleadas van avivando las llamas
De este fuego que nos quema por dentro hasta no poder mas,
Y tus brazos como olas, queriendo abrazar
Tocan mis más íntimas formas,
Me llevas hasta el final,
Y la llama se hace hoguera,
Para luego apargarla ya,
Cuando me haya pegado al cielo y tú de cara al mar,
Satisfechos de nuestro encuentro
Esperando que las brazas sean llamas, para volvernos amar.
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