-¿Ya está? estoy despedido. Todos estos años trabajando, sin quejarme, para que ahora me pongas en la calle. Nunca me he quejado, me has dejado de pagar nominas y yo no he dicho nada, echaba horas extras y no me las pagabas y yo callado; nunca te lo he reclamado. Me llamabas, cuando estaba descansando o en días de fiesta para trabajar y yo callado, a cumplir. He venido incluso estando malo. Pero claro la empresa va mal, y en vez de bajarse usted el sueldo, me echa, debería haberme afiliado a los sindicatos o haber participado en alguna manifestación o huelga, pero yo cuando había huelgas yo venia a trabajar incluso. ¿De que me ha valido sacrificarme por la empresa? De nada.Ahora me dices que estoy despedido. Pues sepa usted que no me echa, que me voy yo, porque la empresa no me merece, y un día cuando vea que otros no le son tan fieles como yo, que no aguantan lo que yo he aguantado, pues me llamara, pero no le cogeré el teléfono, me enviara mensajes que borrare e ignorare porque soy yo quien decido hasta donde quiero trabajar aquí, así que me voy ¡Ya está!. Si me voy yo me marcho de esta empresa, y me voy feliz, porque se que no conseguiras nada sin mi, esta empresa se vendra abajo y ya ya me lloraras para que vuelva. Pero no, no volveré, encontrare otra empresa que me trate mejor, con menos horas y mejor sueldo. Si después no vengas de rodillas a pedirme perdón.No vengas a suplicarme, porque no volveré, por fin soy feliz, soy feliz porque no tendre que aguantarte, y tus mentiras e insultos no tendre que soportar, si porque no dije nada pero se todas las mentiras que te has inventado. Podría contar todo lo que se de ti, pero sabes no vale la pena. Adiós
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