El niño miraba fijamente a su abuela que estaba sentada en la mesa de botellas plásticas que recientemente había fabricado.
—¿Qué haces tú abuela?
La abuela se detuvo, sonrío y le contestó:
—Escribo un cuento.
—¿Y eso para qué?
—Para ti, mi muchacho. Esta es la herencia que te dejaré.
—¿Para qué lo escribes si ya has escrito muchos ?
—Es verdad. Pero éste te hará mejor persona.
—¿Me lo lees?
—Todavía no. Espera a que llegue el momento.
—¡¡Ahh!! Está bien. ¿Y qué contiene ese maletín que siempre llevas contigo?
—Este maletín contiene elementos con un valor incalculable. ¿Quieres verlos?
—Claro, abuelita. Hace meses tengo curiosidad por lo que allí tienes, pero nunca me interesó conocerlo porque me parecía aburrido, hoy por el contrario noto algo diferente.
—¿Ves lo maravilloso del lápiz?
El niño observó el lápiz pero no encontró lo maravilloso.
—Pero si es igual al lápiz del hombre araña que tengo.
—¡No lo creo! En la vida todo depende como mires las cosas.
Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera, ni su forma exterior, sino lo que lleva adentro y que permite un trazo mucho mejor. Por eso ten cuidado con lo que ocurre dentro de ti porque todo lo que haces dejará una huella.
—¿Y este borrador?
—El borrador te permite corregir aquellas cosas que no escribiste bien y que necesariamente ameritan ser cambiadas. Igual ocurre en tu vida. Borra aquellos momentos dolorosos, borra las heridas del corazón porque pueden autodestruirte. Corrige las acciones equivocadas que hayas tenido, pide disculpas a tus papitos y evita cometer los mismos errores.
—¿Qué son estas píldoras?
—Las píldoras contienen mensajes motivacionales diarios que me han surgido en los momentos de silencio interior y que posteriormente comparto con aquellas personas que lo necesitan. Porque hay momentos en los cuales sólo necesitamos «una frase». Sí, sí una frase para entender el sentido de la vida y cambiar nuestra actitud ante las dificultades que se nos presentan.
—¿Y por qué llevas los libros animados en 3D que hemos hecho juntos?
—El último viernes de cada mes visito la sala de pediatría del hospital. Es un espacio que disfruto mucho porque comparto con los niños enfermos los libros que contigo he leído en las noches. Es maravilloso ver la sonrisa de los niños, olvidándose por un momento de sus dolencias. A la vez que se está estimulando su imaginación y pensamiento, se cultiva el gusto por la lectura, así como te ha pasado a ti.
—¿Y el espejo?
—Cuando alguien me dice que no cree en los milagros. Saco el espejo para que contemple el mayor portento que existe «La vida» y le digo: ¡Ese milagro eres Tú¡
—¿Y los baloncitos de chocolate?
—Me gusta compartir los baloncitos de chocolate para endulzar el día de otros y recordar la necesidad que tiene el mundo de amar, abrazar y expresar los sentimientos. ¡Para eso nunca es tarde!
—¿Y la agenda?
—Para mí es muy importante programar todo, todo es todo, porque esto me permite ser responsable. Sin embargo, recuerda que hay que vivir el día a día de la mejor manera porque el futuro es incierto.
Apenas se escuchó el suave susurro del niño.
—¿Qué opinas de mi kit?
—Pues que es toda una cajita de sorpresas, pero tengo una inquietud.
—¿Por qué compartes tu conocimiento y empleas tantas cosas recicladas?
—Porque muchas cosas que he recibido han sido por gracia de Dios y me he propuesto no cobrar por ellas. ¡El que da, recibe bendiciones! Además, el dinero nunca ha sido lo más importante en mi vida, ni lo debe ser para ti. Por eso ¡No dejes que el dinero controle tu vida!
Siempre te he insistido en la herencia que voy a dejarte: primero «El conocimiento» porque nadie peleará contigo por él y mucho menos podrán quitártelo y segundo «un planeta donde vivir». Debes saber que el planeta es tu hogar, un hogar prestado que merece ser protegido. Por eso es vital realizar pequeños cambios individuales para salvarlo, que van a significar un gran cambio para las generaciones futuras y con acciones como reciclar podemos contribuir a que esto ocurra, la invitación urgente es crear conciencia ambiental.
Recuerda: ¿De qué sirve el conocimiento y el amor, si no tenemos donde vivir?
Obra registrada
Registro no. 10.543.178
Noviembre 4 de 2015
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