LA ULTIMA LAGRIMA

                               

LA ÚLTIMA LÁGRIMA

 

Casi te quemo el celular de tanto llamarte.

Soy intensa,  no contestas mis llamadas para no escuchar  mis consejos.

¡Tranquila! … después comprenderás.

 

Te marchaste de la casa

porque sólo así, serías  feliz.

¡No importa! Siempre te esperé con los brazos abiertos.

 

En cada cumpleaños ignorabas

mis detalles, mis ganas de abrazarte y contemplarte como

cuando eras un bebé e inclinabas tu cabeza en mi  pecho para

Peinar tu cabello con mis dedos.

¡No hay problema! Te entiendo.

 

Hoy, cuando mi piel pegada al hueso está

de tantas lágrimas, deshidratada estoy

y agonizando me encuentro,

en la habitación inhóspita de éste lugar.

Elevo la mirada al cielo para darle gracias

a Dios por escuchar de tus labios:

TE AMO MAMÁ

y yo sin poder gesticular palabra

con una sonrisa tenue

te digo: YO TAMBIÉN TE AMO, HIJA

mientras desciende de mi mejilla la última lágrima.

 

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