Este cuento empieza como todos los cuentos, erase una vez, una princesa muy caprichosa que vivía en un pueblo sumergido en alegría. Sus habitantes cantaban, bailaban. Organizaban fiestas interminables, tan interminables eran, que cuando una finalizaba empezaba otra.
Pero en el palacio real, la princesa Guadalupe se aburría muy seguido.
– ¡Estoy aburridaaaaa , y cuando estoy aburridaaaaa me pongo de muy mal humor !
Ya estaba tan cansada de aburrirse , que no asistía a ningún baile , ni invitación que cualquiera le hiciera. Su padre, el Rey Marces convocó a una gran asamblea.
-Necesito que los sabios del pueblo se reúnan en consejo para encontrar la cura del aburrimiento de mi hija. El rey también invitó a los jóvenes con ingenio e inteligencia, con tal de encontrar la solución no iba a dejar a nadie afuera. Y queridos amiguitos, imaginen ustedes lo que paso. ¿ Se lo imaginan ?
Después de probar un millón de tratamientos y no dar nada resultado ninguno. Apareció un joven muy apuesto, con espíritu aventuro, divertido que ideo un plan.
– ¡Quiero conocer a la princesa!!!Dijo el muchacho.
Lo llevaron sin demora al castillo. De una escalera infinita bajaba con pasos cortos Guadalupe, sin poder disimular su aburrimiento.
-¿ Princesa que le sucede ? -Nada me divierte. Nada me sorprende. Y ni la alegría , ni el asombro vienen a visitarme. Por favor joven, haga lo necesario para que recupere mi vida.
De uno de los bolsillos, el apuesto joven sacó una flauta , y comenzó a tocarla. Una melodía suave, encantadora envolvió a los presentes. Tarán, tarán y la princesa empezó a reír. Tarán, tarán y empezó a bailar.
El rey sorprendido exclamó-
¡Magnífico joven, su magia es su música!
Y fue así que la princesa Guadalupe no dejo de asistir a ninguna fiesta, ni baile ni conmemoración pequeña que hubiera en el pueblo. El secreto sin lugar a dudas fue la música, como decía el Rey Marces ” el lenguaje de la unidad”. Y así termina el cuento de la princesa aburrida, ahora no tan aburrida porque no deja de divertirse junto con su nuevo amigo el joven apuesto que la curó de su enfermedad.
Ahhhh amiguitos, si ustedes sufren de este mal, les doy un consejo, como el joven apuesto no podrá asistirlos, prueben con algún instrumento musical o queridos amigos una buena canción nunca falla.
Fin
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