El salón se encontraba callado. Habían muchos vasos de cristal tirados y otros rotos en el suelo, al igual que muchos platos, también había una cuantas manchas de sangre por la pista de baile. En una pared se podía apreciar un letrero grande que decía: NOCHE DE OCTUBRE: UN BAILE PARA ENAMORARSE Y NÚNCA OLVIDAR.
Había casquillos de bala por todas partes. Los cuerpos sin vida de los invitados, en su mayoría jóvenes, se encontraban regados por todo el lugar. Una masacre había tenido lugar ahí.
Sergio lentamente abrió los ojos. Él se encontraba en el suelo bajo uno de los candelabros que todavía seguía encendido, los demás, excluyendo uno que se encontraba hasta al otro extremo del salón, se encontraban apagados.
Sergio abrió los ojos, se encontraba tirado boca abajo en el suelo. Al intentar incorporarse sintió un dolor agudo atrás del cuello.
-¡Auch!-dijo él mientras se acariciaba la nuca.
Cuando al fin se pudo sentar en el piso, él pudo contemplar la escena en dónde se encontraba.
-Dios Mío- dijo el asombrado al ver todos los cuerpos que se encontraban alrededor de él.-¿Qué paso aquí?
Recorrió con la mirada a todos los cadáveres.
-¡No!- gritó Sergio al ver el cadáver de su novia.
A lo lejos del salón, en las sombras, se escuchó una risa.
-¿Quién eres?-preguntó Sergio a la persona que se encontraba en la obscuridad.
La figura caminó hasta donde la luz podía mostrar su cara.
-Oh, Gabriel, eres tú- dijo Sergio aliviado.- Por un momento pensé que eras el asesino.
-Mmm.-contestó Gabriel-¿Estás bien?
-No, hermano…yo…-Sergio suspiró-Mira.
Sergio se movió a un lado para que Gabriel pudiera ver al cadáver de su amada.
-¿Alexa?-preguntó Gabriel con indiferencia.
-Sí, la mataron, hermano, la mataron.
Sergio empezó a llorar en el suelo mientras abrazaba el cadáver de Alexa.
-¿Estas bien?-Sergio señalando el pecho de su hermano.
Gabriel volteó a ver la gran mancha de sangre que tenía en su camisa blanca.
-Ah, ¿esto?, es sangre de alguien más.
-Gracias a Dios-Sergio en tono aliviado-No aguantaría perder a mi novia, a mis amigos y a mi hermano en la misma noche.
Gabriel iba a responder pero de repente se escucharon ruidos afuera del salón.
-¿El asesino sigue aquí?-preguntó Sergio acordándose de la situación y preocupado.
Gabriel se quedó callado un momento y rápidamente empezó a reírse.
-Puede ser.-Gabriel entre carcajadas.
-Oye, esto es algo serio.-dijo Sergio enojado.
De golpe se abrió una puerta que se encontraba en la oscuridad. Rápidamente Gabriel se escondió en las sombras.
-¡Sergio!-gritó emocionada la chica que había abierto la puerta.
Ella corrió hacia él y lo abrazó.
-Hola, Ximena- dijo Sergio mientras le devolvía el abrazo.
-Logré escaparme del asesino-dijo Ximena mientras se separaba un poco de Sergio.
-Que bien. Entonces parece que somos los únicos sobrevivientes.
-Sí, nosotros dos-Ximena volvió a abrazar a Sergio fuertemente.
-No, también está Gabriel.
Ximena puso cara de preocupación y dejó de abrazar a Sergio al instante.
-Sergio, Gabriel es el…-ella se calló repentinamente.
CONTINUARÁ…
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