Como tratando de entender tu mirada, esa infinidad en tus luceros, la viva imagen de la perfección, tu ser que no concernía a esta raza, opacando todo lo que entendía por bello.
La lira de tu voz, armonía sinfónica angelical,
Cabello celestial, rostro sublime, y tus ojos…
Ay de quien los vea, pues de ellos es imposible escapar. Labios esculpidos por dioses y el don de enamorar con cada paso que dabas.
Desgarrada estaba la realidad de tu existencia, eres la aglomeración de mis sueños, las infinitas noches son trazadas por tu belleza, vida mía.
El viento que susurraba a tu cabello, la luz que acariciaba tu rostro y mi reflejo en tus ojos fueron los factores que decidieron creer en el amar, creer en tí
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