Fue la última vez
Que respiré el aire
De aquella ciudad a su lado
Fue la última vez
Que camine de su mano,
Llevandola al recoveco para
Impreganerme de su recuerdo,
De todo lo que pudiera llevar a cuestas
Para no olvidarla jamás,
Para que otra no pudiese borrar sus calientes besos,
El golpe de su piel, la diminuta lencería,
El color acaramelado de su piel,
Su larga cabellera nocturna.
Sus redondos pechos
Y ese diminuto lunar que conozco…
Me gusto mucho tu poema. Lindo en verdad. Felicitaciones