Dios, ¿porqué nos haces esto?
Mira en lo que me has convertido.
Un pobre viejo, que mira en su reloj de arena cómo se le agota su tiempo. Me arrojaste al mundo, débil y desvalido. Y por ello me pasé la vida tratando de adaptarme, sin darme cuenta de lo inútil que era.
Te temí todo el tiempo. Para ser sincero aún te temo. Tal vez más por costumbre que por verdad.
También debo decir que a veces siento necesidad de hablar contigo, aunque no estoy seguro de que estés ahí ni de que me escuchas. De hecho he pensado seriamente en tu existencia. Pero es que realmente no tengo con quien hablar, bueno, con quien poder hablar que tenga el poder de ayudarme y en eso, eres el único.
Hay cosas que han pasado en mi vida, que he pensado que son milagros. Sin embargo hay muchas cosas que no tienen ningún sentido y de las que no vamos a escapar nunca. Una de ellas es la muerte. Hasta donde sé, todos morimos. ¡Qué absurdo! ¿Qué objeto tiene nacer para morir?
En verdad nos amas? Porque esa no es la actitud de alguien que nos ame. Personalmente yo si quiero reclamarte eso, no sé, pero después de todo se trata de mi vida.
No puedes evadir tu responsabilidad y echarle la culpa al diablo. Después de todo ni una hoja se mueve si no es por tu voluntad, ¿no es cierto? Entonces, la muerte es algo que tu mandaste por tu voluntad. Y entonces, de qué sirve tenerte obediencia, si de todas formas nos matarás.
Sé que me voy a condenar por esto y muchos me van a reprochar mis palabras, pero tenia que decirlo.
El encanto de vivir sólo tiene sentido en la idea de la inmortalidad e inconscientemente, nos sentimos inmortales y con tiempo de sobra cuando somos jóvenes, y entonces, todo tiene sentido. Pero a medida que se nos acaba el tiempo, nos damos cuenta que desperdiciamos nuestra vida en luchar todos los días para tener cosas que creímos necesarias, sin darle valor a las cosas realmente importantes, en una batalla perdida de antemano porque nada nos llevamos.
Mi pregunta final es; ¿porque tendría que amarte Dios, si me has condenado a la muerte? ¿No sería como amar a mi verdugo?
Después de todo la vida eterna sólo es una promesa y hasta hoy todo el que se muere, muerto se queda.
Levantarse de la muerte algún día es algo que se prometió hace dos mil años y hasta hoy no ha pasado. Bueno como todos estoy en la fila, es sólo cuestión de tiempo.
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