El epitafio predijo la muerte
De un amor cansado
Pero sin ganas de morir,
Aun recuerdo tu sonrisa
Como la de muy pocas personas, Tan solo abecés me canso de admirarla,
Digo tan solo porque suelo más extrañarla.
Los Otoños se hacían primavera y los veranos invierno
Misticidad cubierta de una niebla espesa que nos hacia cómplices,
De algo que el amor no comprendía, algo más allá,
Algo que arrastramos por miles de vidas
Un lazo tan eterno pero tan frágil
Que pase a cortar sus hilos destrenzando quizás con lo que no pudimos o quizá fue tan simple que nuestra complejidad no nos dejó admirarlo.
De pronto quedó pasmado de lo irrelevante que fue la causa de nuestro olvido
El error esta o quizás soy yo mismo, tratando de hacer luz un plasma que jamás podrá trascender
Lo intento y te juro que lo intento
Pero jamás podre olvidar tus suaves manos o esas tantas beses que solo podía mirar fijamente tu figura tratando de desentrañarte el alma.
Pensar que de un solo gesto podías ensordecer mi ambiente , y yo hay con mis frías y temblorosas manos recorriendo cada parte de tu cuerpo y más que superficial era algo tan psicológicamente perfecto que al resto del mundo parecíamos locos
Incluso llegue a imaginar un universo solo para ti y nuestro juego de niños, la inocencia fue el limbo entre la ternura y la pasión,
Acaso alguien podría pensar que estuve vivo antes de ti? Si con tan solo mirar cada línea escrita en el pasado aunque no te conocía ya podía describirte perfectamente.
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