Como la silueta de un barco naufragando
se lo traga lo profundo
como una fogata solitaria
agoniza por fuertes vientos
como el rocío ve su muerte
ante cada amanecer
así desaparece este amor entre silencios
Ya no escucho tu risa rebotando en mis sentidos
las espinas de esta rosa negra han marchado a otro dolor
se alejan tus huellas de mis pasos
me apodera una vez más la comprensión
Confieso que se extraña
la imagen permanente de tu rostro en el papel
Confieso que recuerdo
esos momentos olvidables que parí
Tuve charlas con Dios desde el infierno
por ti supe que lo único real fue lo imposible
Exquisita nostalgia acompañada
con ironías agridulces
Eso me quedo, simplemente un plato
que alimenta día a día a este …
infinito deja vu.
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