Una rosa (al igual que una mujer), tiene el poder de atraparnos, deslumbrarnos, ¿y por qué no? (enamorarnos) “es que nos cautiva que algo tan hermoso y majestuoso pueda ser a la vez tan suave, tan frágil, tan delicado”.
Es por eso que, las rosas (como la mujer,) necesitan de muchas atenciones, para estar siempre bellas y radiantes, para con su belleza deslumbrarnos cada día, cada amanecer, a cada instante, pero sobre todo, necesitan de tales atenciones para sentirse vivas.
La vida… con su dura manera de enseñar las cosas, me ha demostrado después de tantos tropiezos, que solo se pincha aquel que toma una rosa de una manera brusca y descuidada, pues no es la manera de tratar a una flor tan hermosa y delicada, que las rosas es lo más hermoso que en la vida podrás ver, pues ellas en su interior, tienen “Alma de mujer”.
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