Aquel día me regalaste
Esa hermosa llave
Repleta de cristales preciosos
De oro y diamante
Y tú me dijiste
“Nunca pierdas esta llave
Porque esta misma es el secreto
Que te llevará a la salida
De aquel mundo de tormento”
Seguí libremente mi camino
Guardando aquel preciado tesoro
Pero en el momento más inesperado
De mis manos aquel regalo
Me fue arrebatado.
Busqué muchas formas de saber
En donde podía recuperarlo
Pero todo lo que hacia terminaba
En otro triste intento frustrado
Aquella noche tuve un sueño
En el que buscaba en un jardín
Aquella llave que perdí
Con constante ansia febril
Aquel jardín era tan inmenso
Como un laberinto interminable
En el que podía estar inmerso
Por horas y horas sintiéndome miserable.
En el transcurso del camino hallé
A una pequeña niña durmiendo
Pacíficamente en el suelo
Con mí preciado tesoro entre sus dedos.
Apenas un segundo antes
De retirar de sus manos lo que buscaba
Inesperadamente abrió sus ojos
Mostrando una fría pero apacible mirada
Lo que estuvo a punto de suceder
Era lo que menos sospechaba
Cuando aquella niña ante mis ojos
Se desfiguraba y se transformaba en una
Enorme bestia horrible, aberrante y malvada
La criatura que mostró su forma real
Solo perseguía mis agitados pasos
Mientras yo solo huía sin la esperanza
De poder cumplir con mi llamado
En ese momento cuenta me di
Lo que mostraba este mundo y este lugar
Eran mucho menos que la realidad
La cual podía manejar a mi voluntad
Entre mis manos una lanza apareció
Mientras la bestia se dirigía hacia mí
Pero esta vez casi volando salte sin temor
Dándole al corazón a su vida le di fin.
Buscando entre los restos y entre la sangre
Volví a encontrar mi preciado objeto
Pero justo antes de poder tocarlo
Mis ojos a la realidad volvieron.
Al despertar y al observar mis manos
Se encontraba de nuevo mi llave
Tan preciosa y tan radiante
Inexplicablemente aún manchada de sangre.
Para comentar debe estar registrado.