Mi ángel guardián
¿Qué había dicho?¿Cómo sabía mi nombre?¿Quién era esa persona y cómo sabía mi nombre? Estaba muy confundida y necesitaba recibir respuestas pronto. Antes de pensar lo peor y llamar a la policía por acoso.
-¿C…Cómo s…sabe usted mi nombre?-tartamudeé
-Te conozco desde ya hace un tiempo Sophie-dijo con simpleza
-¿Hace cuanto tiempo? -le pregunté con temor
-Digamos que desde que tu naciste-me respondió. Abrí los ojos como platos ante tal respuesta
-¿Quien eres?-le pregunté firme, aunque por dentro estaba más que aterrada
-Soy tu ángel guardián
Esto definitivamente era una broma. Pero, él me había respondido tan seguro de sí mismo que, no parecía que estuviera bromeando. Sin embargo estaba más que segura de que sólo se trataba de un muy buen actor por lo que no pude evitar soltar una carcajada.
-No en serio, ¿cómo sabe mi nombre?
-Ya te lo dije. Soy tu ángel guardián. Y creo que no te conviene hablar conmigo ahora. Hay mucha gente aquí
-Y eso qué-dije sin tomarle importancia
-Tú eres la única que puede verme. Soy invisible para los demás.
-¡Ja! Si claro
No creía ni una sola palabra de lo que decía. Hasta que una mujer se acercó hacia mi con preocupación en su rostro.
-Señorita-me Habló-¿Está usted hablando con alguien?
-Am sí. Estoy hablando con él -le respondí señalando a mi supuesto ángel.
-Perdoneme pero, aquí no hay nadie
Bastó con esas palabras para darme cuenta de que algo no andaba bien, ¿acaso todo esto era una broma demasiado bien elaborada?
Me fui corriendo lo más rápido que pude.
Corrí desde el parque hasta mi casa sin detenerme. Al llegar, y justo antes de abrir la puerta, traté de tranquilizarme y actuar como si nada hubiese ocurrido en aquellos minutos atrás.
Entré con una sonrisa, demasiado fingida diría yo, pero estaba demasiado nerviosa como para actuar normal, ¿Tú cómo actuarías después de que un completo desconocido te dijera que es tu ángel guardián? Definitivamente actuarías como yo o tal vez no.
Trate de evitar a mi mamá y a mi papá después de todo él estaba a punto de regresar a su trabajo.
Mi papá era el jefe de una empresa muy reconocida por lo que siempre hemos sido de esas familias adineradas, eso fue lo que provocó que durante una etapa de mi primaria me apodaran niña rica, pero era en buen sentido, al menos la mayoría de las veces.
En cuanto a mi mamá ella era repostera, hacia los mejores postres que podrías imaginar. Era su propia jefa y Valery y yo la ayudábamos muy seguido. Tenía su propia repostería a sólo unas esquinas de nuestra casa.
Mi plan de evitar a mis padres; resultó mi mamá estaba ayudando a mi papá con no sé que, creo que era algo de su corbata o tal vez le estaba limpiando algo de la cara, no me fijé mucho en eso.
Todo iba bien estaba a punto de subir las escaleras e irme a mi habitación, pero no contaba con la presencia de Valery ¡No se suponía que estaba…! oh claro ella ya no estudia.
Bueno ya no va a la escuela, no una normal, si no que lo hace por internet. Ella toma unos cursos de escritura en línea,y para serles franca yo igual quisiera ser eso. Escritora.
Debido a que ella estaba en casa, se dio cuenta de que algo no estaba bien conmigo.
-¿Te ocurre algo? -me preguntó antes de comer una cucharada de su helado de fresas
-No, para nada-mentí con la respiración agitada. Aún mi pulso no era normal
-Entonces por que estás toda llena de sudor-me dijo con la boca llena de helado
-Creí que alguien me seguía -más mentiras
-¿Segura de que todo está en orden?
-Claro, sólo necesito ir a mi habitación a… ¿pensar? Sí, pensar -dije llena de nervios. Valery sólo se encogió de hombros y se fue
Subí las escaleras, esta vez con más calma, al entrar a mi habitación tiré mi mochila en quien sabe que parte del lugar y me tiré a mi cama, cayendo con la cara encima de una almohada.
-Al menos ese loco no me siguió a casa-dije mientras abrazaba mi almohada
-¿Cuál loco?-escuché una voz junto a mí. Era de la misma persona que me había encontrado en el parque
Me levanté enseguida de mi cama y tomé mi almohada como arma, algo demasiado tonto ahora que me doy cuenta.
-¿Q…quién eres tú?¿Cómo lograste entrar a mi habitación?¿Qué quieres de mí?
-Primero que nada baja esa almohada y en segundo, ya te lo dije soy tu ángel guardián
-No te creo nada. Si eres un ángel entonces, ¿por qué no tienes alas?
-Eso es por qué los ángeles no todos los ángeles tienen alas
-Mamá. Papá. -grité, pero él me interrumpió antes de que pudiera terminar mi llamado de auxilio
-¡No hagas eso!Te recuerdo que sólo tú puedes verme
-Pero, ¿por qué?¿qué tengo de especial?
-Tú tienes algo que ahora no muchos tienen. Fe.
«Creíste a pesar de todo lo que se decía y sólo las personas buenas que creen en verdad pueden ver al ángel que los cuida. Y tú eres parte de ese pequeño grupo de personas, Sophie»
-Entonces, ¿puedo verte por que creí?
-Exactamente
-No sé. Esto es… Es decir, no puedo creer que en serio estoy hablando con mi ángel guardián. Wow tengo tantas preguntas
-Lo sé. Pero, no puedo responderte todas. Sólo puedo decirte que ahora que me ves tú y tu familia corren grave peligro. Más que los demás corren normalmente
–
¿QUÉ?-estaba en shock ¿A qué se refería con eso?-Entonces, esto es bueno o malo
-Ambas cosas. Verás, al verme haz demostrado que en verdad crees y de esa manera has ganado tu lugar en el paraíso pero eso sólo hace que maldad esté más interesada en hacerte daño a ti y a tus seres queridos.
«Sophie, hay muchas cosas que debes saber, pero ahora no es en momento para que te las diga. Debes descansar primero»
-Pero no tengo…-comencé a cerrar los ojos-sueño-dije antes de caer profundamente dormida en mi cama
Estaba tan confundida, ¿cómo que no todos los ángeles tienen alas?¿nuestro punto de vista hacia los ángeles era distinto? Hay más tipos de…seres celestiales, de eso estoy segura pero eso sólo hace que me pregunte más ¿qué seres malignos existirán? o mejor dicho cuantas clases de ellos.
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