He escuchado muchas veces a la gente quejarse de lo que le pasa en el día a día. Las razones no las sé. Pero las recuerdo porque las he escuchado en reiteradas ocasiones. No discuto el que haya o no problemas; discuto el que muchas veces nunca te atreviste a buscar soluciones.
Perdóname; pero para mí suena tonto. Y me gustaría saber cómo sería la vida si no existiera los benditos problemas. Me imagino el mundo como un paraíso. Me imagino un mundo maravilloso de gran expansión; donde nunca existiera la palabra solución.
Pues déjame decirte que el problema y la solución siempre existirán en nuestras vidas. Que el problema es como el inicio peligroso que todos nosotros iniciamos consciente o inconscientemente para que más adelante la solución nos cree una y mil salidas.
Que el problema es como todo aquel detalle negativo que creamos en nuestro subconsciente y que si logramos salir de él y cambiamos nuestra forma de pensar; el mundo nos abrirá muchas vitrinas.
Simplificando. El problema es simplemente que nunca te has dado la oportunidad de mirar al mundo diferente. Siempre has querido que sea como tú lo ves. Nunca has aceptado consejos. Te encierras en tus propios pensamientos y no te das cuenta que tú mismo te arruinas.
Mi intención es que dejes de culpar a todo el mundo, que busques soluciones y que vivas tu día a día como el último de tus días.
En conclusión. Deja de crear tu mismo los problemas y no vivas tu vida como una persona amargada y ardida.
La última parte de mi escrito es como para que me entiendas y no te hagas problemas. Es hora de emprender. Es hora de que crees tu punto de partida. Como cuando lees los inicios de estas líneas, tengas problemas, te estés cayendo en el aire y de la nada te crees un paracaídas.
-ac-
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