Ocurrió en una noche,
aquella noche iluminada,
por la luna, las estrellas y
las luces de su noche.
Ella quería, pero yo no podía,
estar con mi amada debería.
O quizá no; en su sonrisa me perdía.
Pasó la noche, la madrugada nos mantenía
en esa plaza donde recién la conocía.
Desperté y frente a mi la tenía
soñaba que me quería.
Para comentar debe estar registrado.