Mírame no tengas miedo,
no te dejes llevar por el todo.
Tal vez pienses lo mismo;
Se que deseas las cenizas de mi alma
así como yo el sexo del tuyo.
Como todo nos transforma
segundo a segundo, libro a libro.
¡Es extraño!. Tal vez me quedaría
quieto en mi rincón.
No me importa hablar poco.
Pero veo a todos venir
a ese rincón a hablar con ese callado;
Y veo a tantos perdidos.
Yo no estoy ahí porque quiero.
La banda esta por sonar y yo estoy por llorar;
A lo que voy… Es que podría tranquilamente
morir en silencio,
sin que nadie se de cuenta en esa esquinita.
Pero como no puedo hacerlo,
comenzaré a hablarles.
Tal vez así te das cuenta que no soy un asesino.
¡Tal ves lo sea!. Pero no de los que tú sospechas.
Y luego de un rato te acerques o me dejes acercarme
y hablar como dos niños tímidos
que solo quieren jugar a algo distinto
porque todo en este patio los aburre.
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