Hijita amada,
Naciste el día y la hora esperada, el día en que los sueños claman, tu hija hiciste cumplir nuestro más profundo anhelo de vida; Hay tantas cosas que debes aprender y quisiera y le pido a Dios todos los días que tu andar sea liviano, pero con paso muy firme.
Quisiera ver en tu mundo un sin fin de sueños, en los que al despertar de cada uno, llegues a la realización de tus anhelos.
Llena tu vida de dones divinos, deja que Dios te colme de virtudes y aprende que las bondades de la vida emanan de tu comportamiento y tu buen proceder. Nada vale más en este andar pasajero que el amor hija mía, satúrate de él en cada paso que camines, y tu espíritu será recompensado. No desprecies nunca a nadie, aprende a escuchar y comprender a los demás, pero guarda en silencio el secreto de quien te lo otorga, y quédate para ti esa lección de vida.
No permitas que nada perturbe tu camino, manéjate de forma transparente y clara, si por error cayeras en alguna falta, se humilde, benevolente y justa contigo misma, para que puedas levantarte y elevar de nuevo el vuelo a tu destino.
Busca sabiduría en tu paso por la vida, ella la encontrarás en los ecos de tus abuelos que te aman, nadie mejor que ellos, habrán de otorgarte ese precioso legado.
Aprende que la justicia jamás será cosa tuya, no podrás tomarla de tus manos, ella ha de venir a ti por tus acciones, ella ha de llegar cuando estés consciente de que tus actos no hieren a nadie. Si te sientes en algún momento agredida, demuéstrate que sabes dar misericordia, que eres capaz de descifrar que no todos comulgan tu pensamiento, y que ello no te hace ni mejor, ni peor que los demás.
Aprende a dar sin mesura, pero no comprometas lo que no posees, no permitas nunca, que la mentira desequilibre tus ideas.
Vive la libertad como un despliegue, de que eres capaz de alcanzar todo lo que te propongas, más no hagas mal uso de ella, porque podrías deslumbrarte con un mundo, que sea sórdido, vil y oscuro.
No olvides, que todo aquello que deseamos, requiere paciencia, concentración y esfuerzo, para ello, no busques nunca el camino más fácil, Sino el correcto. Enorgullécete de tus logros, más no permitas que la soberbia, te haga olvidar que vale más una sonrisa.
Sabes hija Quisiera que te quedes ahí, en tu mundo perfecto e inocente, siendo nuestra chiqui pum, protagonista de tu cuento, que juega libremente sin peligros, sin pensar lo que vendrá mañana, sin preocupaciones, sin males, ni nada de esas cosas que tiene la vida, quisiera que te quedes ahí, disfrutando la vida desde la inocencia de tu niñez…y es que duele sentir que en cada día que pasa te alejas un poquito más , pues te haces grande, y vas dando señales de la gran mujer que vas a ser en un futuro y de la cual nosotros somos responsables y principalmente escultores.
Y así como te veo grande y hermosa, te vuelvo a ver pequeñita e indefensa cuando vienes a buscarnos porque te caíste, o porque alguien te hizo llorar, o porque simplemente necesitas de nosotros. Porque sabes que ahí estamos para ti, exclusivamente para ti, como estaremos siempre, aunque pasen los años, mamá y papá siempre van a estar para ti. Piensa que mamá y papá estarán siempre contigo, que su misión más importante es ver florecida en ti, a una persona de bien, que deje marcadas sus huellas en el sendero, para que quizá sirva de guía de quienes no encuentren un camino.
Te amamos con toda nuestra existencia y más…
Dios te bendiga siempre.
Mamá y Papá.
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