Se apacigua en el apatico anochecer de un escaparate distante,en donde su figura tenue permanece inmóvil ante el recorrer del agua,tornando la vista ante una figura esbelta,en su rostro pálido se forma una delgada línea entre sus labios,produciendo un delirio absoluto por su incandescente atractivo de su escultura delgada y verdes pupilas en el cual se puede observar un brillo apacible que envuelve un pensamiento fortuito a mitad de un ocaso nocturno.
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