Desde el Banquito
En una hermosa y lluviosa tarde contemplo el paisaje majestuoso y la quietud de las aguas de un pequeño Lago.
Mi espíritu se eleva y se aquieta al mirar algunas gaviotas que caminan y picotean alrededor del pequeño lago, el aletear de las aves blancas que pasan sin cesar, las gotas de lluvia que caen en las ventanas de las casas vecinas, los árboles, las nubes y junto a este hermoso paisaje puedo observar el diario venir del ser humano, el trabajo constante y quieto como las aguas del cercano Lago. Desde el banquito puedo respirar la pureza de la naturaleza, puedo sentir y ver tan de cerca las maravillas de nuestro creador y el gran milagro de estar vivo! .En memoria de mi Padre.
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