Quiero sentir tu aliento abrasador
Romper esquemas y no establecer diálogos insurrectos
Tan solo dejemos que mis manos busquen
En su memoria rápida y hagan el escaneo
de tus anchos pechos y tu cintura de porcelana.
Permite que te susurra al oído con voz calma
Y venenosa; intranquila la noche nos apremia
Esta noche nos despojamos de conceptos
Traumas y necedades inventadas por los clérigos
Solos tú y yo el más bello boceto.
No detengamos el impulso es reversible el ataque
Tan solo sostén mi mano fuerte que los alaridos
Se escuchen hasta en las mismas puertas del cielo.
En el desván trasiego No 217
Del hotel pasaje invernadero.
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