No viene a mi mente la poesía, se fueron las canciones y los colores.
Todo es blanco y negro, amargo, con olor a húmedo y agrio.
Hechizo que ha caído sobre mis huesos, en las fibras de la carne, carcome mi conciencia y mi pensamiento.
¿Como podría alegrarme, sonreír, dejar de llorar?
¿Existirá un antídoto, algo idílico, como en los cuentos?
Ya no tengo esperanza, puede que me haya vencido la realidad, puede que acepte lo que todos, que sólo viva, a fin de cuentas, ya he renunciado a tu abrazo.
A.Barrantes
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