Te esperaré sobre la cima enhiesta
de mi dolor en plenitud de ausencia;
y un temblor de ansias en las manos
traduce el sitio azul de tu llegada…
vendrás yo lo sé! quizá la espera
abra surcos de sangre en mi costado;
pero a través del tiempo y la distancia
amanece la flor de tu recuerdo;
te fuiste. Lejanos horizontes
cobijaron el signo de tu cuerpo.
Y a la vera del lánguido crepúsculo
tu partida sembró la soledad;
soledad de mi mismo… y de esta fiebre
de espera que bifurca mi vida
y de este miedo sin ti que me acobarda…
Vendrás yo lo sé! viejos caminos
marcarán la memoria de tu huella,
y a tu llegada nacerá la espiga
de mi espiritual confortación…
te esperé sobre la cima enhiesta
del abstracto dolor de mis sentidos.
Para comentar debe estar registrado.