cómo se ahonda en mí tu recuerdo;
como fuente invisible de agua viva
tu nombre baña la cansada orilla
de mi dolor en floración de ausencia;

ausencia de tus manos y tus labios,
de tus ojos, tu voz y de tu aliento…
mas mi espíritu siempre junto al tuyo
ejecuta parábolas de amor!…

mi vida sin el triunfo de tu joven
pasión ha sido nada! tantos sueños
de ayer, hoy enterrados bajo el duro
crepúsculo de penas que me asedia;

como buscar la fórmula de olvido
para olvidarte a ti que eres recuerdo!…

bajo la noche insomne y conmovida
en una oscura conjunción de sombras,
he vagado yo tanto, mientras brotan
de mi boca los ritmos de tu nombre.

y te llamo febril en mi quimera,
y al recodo de aquel camino lleno
de nuestro idilio muerto, te he esperado
con un sitio de fe sobre mi pecho…

más tú no retornas al encuentro mutuo
ni respondes al grito ensangrentado…

como quieres, amada, que yo aprenda
a olvidarte si vives y palpitas
en todo el continente de mi vida!…