¡Escúchame Amor lejano e intangible!
No importa cuánto tiempo caminé buscándote.
Ni cuantas veces me sentí feliz. Creyendo que al fin te había encontrado.
En tu camino me quedé sin fuerzas.
Gastando demasiadas lágrimas y recibiendo escasas alegrías.
Hoy vi mi primer cabello blanco y me pregunto.
¿Que haré?
El tiempo me manda un ultimátum.
¡No conozco la felicidad!
Me he sentado a pensar en los días más alegres de mi vida.
y sólo recuerdo la sonrisa de mi madre.
No eres perfecto ¡Te hace perfecto mi capacidad de perdonar y amarte sin medidas!
No naciste sublime ¡Te hace sublime el sacrificio que soy capaz de hacer por ti!
Quizás has estado ahí; toda la vida. ¡Esperándome!
Y no había abierto los ojos del alma para verte.
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