Sé la lluvia para alimentar mi sed, mi amor; y si no puedes ser la lluvia, sé un árbol para que idealices mi primavera, mi amor, sé árbol. Y si no puedes ser un árbol, sé una piedra dura y fuerte como las tormentas, sé una piedra. Y si no puedes ser una piedra mi amor, sé la luna para alumbrar mi glacial sueño, sé la luna.
Le dijo un hombre a su esposa en su tumba.
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