Y mientras el piano me susurraba y tú, ¿dónde estás tú?, pregunté con un nudo en el pecho. Oh melodía, me encantan tus gemidos que me abrazan con tu sonido cálido. Oh melodía,¿por qué no soy capaz de verle con mis penetrantes ojos? Me respondió la melodía con una inmensa nota; es porque tienes los ojos vendados, querida.. Oh melodía, pero aún así no lo veo, ni lo escucho, ni lo siento… Oh melodía, ¿me merezco este desagradable dolor? Oh melodía, sigo sin escuchar tus gemidos, ¿dónde estás?
La chica despertó como mar, rodeada de lágrimas, abrazada por la mirada fría de su habitación, cuando se dio cuenta de que la melodía, era él…
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