La Montaña Y La Nube

La Montaña, a la Nube,  le ha susurrado:

¡Las noches son largas, no puedo dormir!

Lágrimas gruesas bañan sus tristezas

 que añoran el calor de sus amigos

  los desaparecidos.

Susurra la Nube :

¡Abraza tu llanto, querida montaña!

Refrescaron sus almas

en una vaporosa comprensión.

La Montaña, en silencio, cuenta

los días, las horas y los minutos

para desmoronarse de una vez.

Y que el viento le regale semillas

de flores,  de cactus y de árboles.

Susurra la Nube:

¡Espera y confía, querida Montaña!

Nuevos amigos en ti se enraizarán

y hospedaje darán

a los danzantes voladores.

Que, como ángeles de los bosques  

se asegurarán de que  las estrellas

 del cielo y de la Tierra

  sigan resplandeciendo.

¡Valoro tu eterno optimismo, querida Montaña!

Susurra la Nube.

Si te gustó, ¡compártelo!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.