Lluvia Navidad
Riega las calles
y avenidas polvorientas
de mi alma.
Mézclate con los humedecidos
espejos que miran sin mirar.
Lluvia Navidad
perfuma mis espacios mínimos
cansados y secos que suspiran
con los vientos centelleantes
regalados por los que partieron.
Lluvia Navidad
pasa y a un pasado lava.
Pasa y a un susto consuela.
Pasa y a un corazón rabioso refresca
hasta que acepte lo sucedido
y germine de nuevo
reverdeciendo las calles y avenidas
de mi alma.
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